Desde la Dirección General de Recursos Hídricos de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente de la Provincia, brindaron un informe sobre el aumento del caudal de los ríos y arroyos que pasan por la ciudad, donde menciona que siguiendo la tendencia de los últimos años, la primavera 2009 se ha presentado fría y húmeda en la zona de cordillera de Tierra del Fuego, con nevadas reiteradas durante octubre y noviembre, y sin que se produjeran episodios significativos de deshielo en esos meses.
Fue así que hacia comienzos de diciembre las cuencas presentaban una cantidad inusual de nieve estacional. El pasado sábado, 12 de diciembre, fue uno de los primeros días cálidos y soleados de la temporada. Así, el arroyo Buena Esperanza creció notoriamente, acarreando gran cantidad de sedimentos, con un caudal de 3200 litros por segundo en horas de la noche, según la medición realizada por el personal de la Dirección General de Recursos Hídricos.
Los niveles se mantuvieron altos en los días sucesivos pero el viento intenso del martes a la noche, bajo condiciones relativamente cálidas, produjo, el día miércoles 16, un activo deshielo que dio lugar a crecidas excepcionales en todos los cursos de agua.
La situación más preocupante se dio en el río Pipo, por el riesgo de la estabilidad del viejo puente existente en la zona urbana. Allí, la Municipalidad debió retirar el puente peatonal adyacente, que estaba por colapsar. En ese sentido, por sugerencia de la Dirección de Recursos Hídricos, la Municipalidad procedió a realizar zanjeos a ambos lados del puente para que funcionaran a modo de aliviadores y así mitigar el riesgo de que el puente sea rebasado por la corriente y que la concentración del flujo pueda producir peligrosas socavaciones en la fundación de la estructura.
El caudal medido en el río Pipo, a la hora 18 del miércoles pasado, fue de 32.000 litros por segundo, estimándose que el máximo alcanzó los 35.000 litros. En el arroyo Buena Esperanza, a la altura de la Planta Potabilizadora, se midió, a las 15, un caudal de 3700 litros por segundo, estimándose un máximo de 4100.
El río Olivia y el arroyo Grande también mostraron importantes caudales. El Olivia desbordó en la zona de la Mosca Loca, en tanto que el arroyo Grande lo hizo en sectores del Valle de Andorra. Se observó también el desborde del río Lapataia, en el Parque Nacional.
La disminución de la temperatura hacia la tarde del miércoles y por la noche hizo que las crecidas pierdan magnitud.
La del río Pipo fue la más importante en los últimos 15 años, y no alcanzó una magnitud mayor gracias a que el proceso de deshielo se dio sin que mediaran lluvias notorias, lo que podría haber duplicado los caudales y ocasionado daños mayores.
El informe destaca que si bien la situación tiende a normalizarse, y una buena parte de la nieve estacional ha desaparecido, nuevas crecidas podrían darse en caso de ocurrencia de temperaturas superiores a los 20ºC, o en caso de producirse precipitaciones líquidas importantes. |
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