Una devastadora tormenta de viento, lluvia y granizo afectó ayer a este departamento, provocando al menos dos muertos, un desaparecido y varios heridos. También tumbó cientos de árboles, cables y postes, diez casas e incalculables daños materiales y en el agro.
El fenómeno comenzó a las 16 y se extendió por 45 minutos. Según datos oficiales del Servicio Meteorológico Nacional con asiento en Las Paredes, el viento alcanzó una velocidad de 84 kilómetros por hora y cayeron entre 10 y 50 milímetros de agua, dependiendo de la zona.
Más de 50 personas fueron evacuadas por haberse inundado o derrumbado sus casas. La información disponible anoche daba cuenta de que los evacuados eran de Goudge y Cuadro Nacional. Fueron llevados al Polideportivo Nº2.
El Gobierno de Mendoza y la comuna activaron planes de ayuda. De acuerdo con los datos suministrados anoche por la policía, los dos muertos son una mujer de 58 años y su nieta de 10. El esposo (73) está desaparecido. Eran de San Rafael y habían llevado a seis nietos a acampar.
La familia se hallaba en la zona de El Escorial (camino al distrito de Las Malvinas) cuando, aparentemente por la fuerza del viento, la casilla en la que estaban cayó al agua.
Dos menores de esa familia fueron rescatadas e internadas por hipotermia. La directora del Schestakow, Patricia Galván, informó que las dos internadas son dos hermanas, de 8 y 9 años.
Además, hubo varios heridos. Dos de ellos con daños en miembros inferiores al ser aplastados, uno por un árbol y otro por un portón. Un niño de 12 años sufrió una descarga eléctrica de un rayo, aunque estaba fuera de peligro.
Impactante. Sólo esa palabra se podía utilizar ayer para describir el daño que dejó la tormenta en los distintos sectores del departamento. Por su intensidad y sus daños, la tormenta se cataloga como las llamadas “históricas”, cuya fecha se recuerda por mucho tiempo.
En la Comuna armaron un comité de emergencia para asistir a familias que debieron ser evacuadas. Además se supo que el gobernador se comunicó con autoridades municipales y envió anoche un helicóptero para recorrer la zona. También se sumó personal de Defensa Civil del Valle de Uco y del Gran Mendoza.
Gran parte de las rutas del departamento quedaron cortadas. La 146 hacia Salto de las Rosas estaba interrumpida porque un carolino cayó justo delante de un camión, cuyo conductor salvó su vida de milagro, pero el rodado quedó trabado con el enorme ejemplar.
En tanto que la 143 a la altura de Rama Caída también estaba cortada por el derrumbe de tres álamos de forma consecutiva sobre la calzada. En el Valle Grande la situación fue grave, ya que hubo desmoronamiento de cerros y la crecida del río anegó la ruta e impidió el paso por los badenes, quedando muchas personas aisladas. Comprobar el daño fue imposible, ya que los autos particulares no podían acceder a esa zona. La calle Cubillos, que lleva hacia el Valle, era literalmente un río.
Recorriendo distintos sectores la imagen era la misma en todas las cuadras. La desolación se apoderó del paisaje sanrafaelino.
Cayó granizo del tamaño de un huevo
La supertormenta comenzó a originarse al mediodía en El Nihuil. El personal de Contingencias Climáticas fue informando a través de los medios casi minuto a minuto de la evolución del meteoro, que se preveía fuerte, pero no tanto como sucedió.
Primero se inició con una fuerte lluvia, a la que inmediatamente se le agregó un viento potente que causó estragos en plantaciones, árboles y postes. Pocos minutos después cayó granizo, de entre dos y tres centímetros de diámetro, durante varios minutos.
Los aviones trabajaron hasta la noche, ya que al cierre de esta edición seguía habiendo celdas de tormenta. Primero empezó a precipitar sobre la zona de Valle Grande, por donde pasó con furia, produciendo innumerables inconvenientes que hasta anoche no estaban precisados con exactitud, ya que a la zona alta del Valle aún no se podía acceder.
Después de eso la tormenta se dirigió a la zona cultivada, pasando por Cuadro Benegas, Rama Caída, Las Malvinas, Ciudad y Cuadro Nacional, siguiendo luego hacia el este.
El mayor daño lo causó el viento huracanado, que precipitó con fuerza el agua y, por momentos, el granizo. En algunas zonas, vecinos reportaron piedras del tamaño de un huevo.
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