Ayer se produjo otra rotura en el colector cloacal oeste, sobre el Km. 2 de Bustillo, que obligó a derivar líquidos crudos al lago durante la reparación y volvió a exponer la "extrema vulnerabilidad" del ducto.
El episodio se sumó a las descargas registradas el martes en la desembocadura del Ñireco que provocaron alarma e indignación entre los vecinos del lugar. El director de Saneamiento de la CEB, Horacio Fernández, confirmó a "Río Negro" que los líquidos provenían del "sistema de alivio" de la "cloaca máxima" -el colector central que va a la planta depuradora- que había sufrido una obstrucción hidráulica.
"El sistema está muy cercano a la saturación y tiene menos margen por lo que, ante cualquier problema, se producen estos desbordes" explicó Fernández.
El parte oficial de la CEB detalló que la avería se produjo por la mañana, "en cercanías de la planta de bombeo de agua de la empresa ARSA" y estimó el tiempo de reparación en unas tres horas. "La información no difiere de la proporcionada a lo largo del año", sostuvo la prestadora.
Fernández reconoció que la solución definitiva para el colector oeste -el reemplazo del ducto entre los kilómetros 1 a 3 de Bustillo- se proyecta obras de saneamiento pero, en contrapartida está avanzado el proyecto técnico de la cisterna para la estación de bombeo Melipal.
La obra, con un costo cercano a los $300.000 que será solventado por la provincia, permitirá reducir los vuelcos al lago.
"Eso será lo más inmediato para aliviar el impacto de las roturas", dijo Fernández quien estimó que el inicio de obras demandará unos dos meses de tramitaciones.
Las denuncias sobre los vertidos al lago Nahuel Huapi realizadas por organizaciones ambientalistas y vecinos llegaron a la Defensoría del Pueblo que envío representantes a recorrer las estaciones elevadoras del colector Oeste y la desembocadura del Ñireco.
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