México vive una escasez de agua lluvia como resultado del cambio climático. A ello se suman la sobreexplotación de los mantos acuíferos de los que se extrae el 75 por ciento del caudal, la contaminación de esos cuerpos, una mínima capacidad de tratamiento del agua residual y el elevado costo de llevar el líquido a cada casa o negocio.
Las autoridades federales y estatales calculan que en el valle de México el déficit de agua es de 7000 litros por segundo, suficiente para abastecer a poco más de dos millones de personas.
Según un estudio de la Universidad Iberoamericana, en la zona metropolitana hay 970 pozos de extracción que bombean líquido desde profundidades que van de los 70 a los 400 metros.
De esos pozos se extraen 1300 millones de metros cúbicos de agua cada año, lo que excede entre un 40 y 80% la capacidad de recarga natural "poniendo el agua subterránea como un recurso no renovable", se advierte en ese estudio, que data de 2007.
En el Distrito Federal se consumen 35.000 litros de agua por segundo y desaloja al drenaje 22.000. De esa última cantidad, sólo recibe tratamiento un poco más de 3000 litros por segundo, que se utilizan para regar parques, jardines y abastecer a los canales de Xochimilco.
Puerto Rico vive una situación privilegiada. En la isla, los niveles del agua subterránea, en la mayoría de acuíferos, están por encima de lo normal gracias a que en la última década ha llovido bastante. Pero no quiere decir que la calidad haya mejorado, pues hubo sobreexplotación de los acuíferos costaneros en los últimos 20 a 30 años.
Sin embargo, la alta densidad poblacional tiene un impacto en la calidad del líquido superficial por varias razones, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés). Entre esas está la turbidez del agua y la alta concentración de coniformes, originadas en las heces fecales en los pozos sépticos y en ranchos de crianza de animales.
El desperdicio de agua, común a otras regiones del hemisferio, también lo padece Costa Rica, que al año registra pérdidas de 1000 metros cúbicos por habitante debido a la falta de sistemas de alcantarillado sanitario. En el país viven 4 millones de habitantes, pero apenas un millón tiene alcantarillado.
El 70% de la población sustituyó esa deficiencia por tanques sépticos, pero esa iniciativa pone en riesgo la calidad de las aguas subterráneas.
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