"Si empezamos así con menos de treinta grados, no queremos saber lo que nos espera". La queja, expresada por vecinos de un sector céntrico de Los Hornos que pasaron "cuatro días sin agua", refleja los temores que rodean cada corte o baja de presión en el suministro del líquido. Durante los últimos días, los reclamos desde diferentes puntos de la Región por canillas secas, tanques que no se llenan nunca y pérdidas en calles y veredas comenzaron a ganar notoriedad, al tiempo que los pronósticos hablan de una inminente seguidilla de días calurosos.
"No es la primera vez que tenemos problemas, pero generalmente arrancan a fines de diciembre" recordó ayer Soledad Peiró, de 138 entre 63 y 64: "ahora venimos mal desde hace una semana, y los últimos cuatro días no llegó ni siquiera una gota de agua". La vecina señaló que "en este barrio, la ecuación se viene mostrando claramente; a más departamentos nuevos, menos presión. Y sin embargo el servicio lo pagamos más caro. Este tipo de cosas trastorna la vida. Por ejemplo, para que el nene se bañe, lo tengo que llevar a la casa de un familiar que vive a cuatro cuadras. Pero hay gente a la que le queda bastante más incómodo".
También se escucharon quejas por baja presión desde Punta Lara -24 entre 2 y 3-; y Altos de San Lorenzo -25 entre 74 y 75, donde hay una pérdida desde hace tres semanas-. En Aguas Bonaerenses se explicó, entrada la tarde de ayer, que los inconvenientes que afectaron la zona hornense comprendida entre 137, 139, 62 y 65 se debieron a la salida de servicio de un pozo, "que ya fue puesto en funcionamiento nuevamente".
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