En el último año, La Voz del Interior visitó casi 40 barrios de la ciudad de Córdoba y recogió reclamos de los vecinos. Pero la Municipalidad prácticamente no dio respuestas a esas problemáticas barriales.
Calles destruidas, falta de alumbrado público, basurales, carencia de la red de cloacas o de gas natural, aguas servidas y problemas con el tránsito. Esos fueron los reclamos que más se repitieron el último año en barrios diseminados por toda la ciudad.
Sin embargo, el municipio no dio soluciones. O, si lo hizo, fue casi como una burla a los vecinos. "Sólo arreglaron el bache que se publicó como foto en el diario", aseguró Mirtha Vivas, del centro vecinal de barrio Ayacucho. Del resto de las calles en mal estado no se ocuparon y las reparaciones en los tableros del alumbrado público apenas duraron un tiempo.
Los barrios La Salle y Solferino reclamaron en octubre pasado por el pésimo estado de las calles, por el tránsito a alta velocidad, por los desbordes cloacales y por las fallas en la iluminación. Hoy, los problemas siguen igual, y con las últimas lluvias se sumó la falta de desmalezamiento.
En Talleres Este también se quejaron por los baches. El municipio tapó algunos, pero no se ocupó de la falta de desagües, del alumbrado, de la red cloacal ni del tránsito a alta velocidad.
Las licitaciones de obras viales y de cloacas financiadas por la Nación y promocionadas por el intendente Daniel Giacomino siguen siendo una promesa en barrio Guiñazú. Las calles de tierra, destruidas por la falta de mantenimiento, esperan por el pavimento y siguen impidiendo que los ómnibus de Tamse ingresen al sector.
Igual desazón se vive en Palmar y en Las Magnolias, donde todavía esperan por la ejecución de la obra de cloacas que hace meses fue licitada.
Los vecinos de Villa Cornú denunciaron en mayo pasado el mal estado de las calles, la falta de desmalezado y la proliferación de basurales. "Está todo igual", afirmó indignado Eduardo Ruarte, presidente del centro vecinal. "La Municipalidad no hizo nada", sintetizó el vecinalista.
La misma situación se repite en Cerrito, Nuevo Argüello y Villa Allende Parque: pese a los reclamos, las calles siguen destruidas. El municipio sólo dio respuesta al problema del tránsito a alta velocidad colocando dos lomadas en calle Antucura.
"Gestionar ante la Municipalidad es arar en el desierto", subrayó Cristina González, de barrio Alicia Risler. Allí, el alumbrado público sigue siendo una quimera y los vecinos continúan protestando por las calles.
Las Flores, Ampliación San Fernando, Artigas y Ampliación Kennedy reclamaron por los baches de la Belardinelli; Smata, Los Olmos, Jardines del Sur, Mutual Docente y Solares de Santa María, por un enorme basural; y Chacra de la Merced, Villa La Merced y Ciudad Mi Esperanza, por la falta de mantenimiento a los accesos. Ningún problema fue resuelto.
Barrio Cerveceros todavía espera por la respuesta a los reclamos planteados hace ya un año: la recolección de residuos y la falta de alumbrado público.
Lo mismo sucede en Chateau Carreras, con los problemas de la calle Igualdad; en Santa Cecilia, con el basural de calle Spilimbergo y la iluminación; en Los Boulevares, con los pozos en De los Polacos; en Villa 9 de Julio, con el pésimo estado de las calles de tierra; en Residencial América, con los baches... y la lista se hace interminable.
Quebrada de las Rosas, Lomas del Suquía, Alto Alberdi, Alberdi, General Arenales, Villa Revol Anexo y San Ignacio. Todos esperan al menos una señal de la Municipalidad para tener una mejor calidad de vida.
La Provincia también
En IPV Villa Posse, todavía esperan por la reanudación de la obra de pavimentación de la calle Calingasta.
En Villa Warcalde y Alto Hermoso, desde hace un siglo reclaman por la red de agua potable.
Ranking de reclamos
Análisis
Cachetazo al vecinalismo
Diego Marconetti - dmarconetti@lavozdelinterior.com.ar
¿Cuánto tiempo puede pasar hasta que un dirigente vecinal deje de pelear por mejoras en su barrio? Ésa es la respuesta que parece estar buscando la Municipalidad de Córdoba cada vez que da la espalda a un barrio o miente sobre obras a realizar.
No existió siquiera un miembro de un centro vecinal consultado por este diario que estuviera conforme con el municipio. Todos tienen la misma sensación, tal vez sintetizada en los dichos de Cristina González, de barrio Alicia Risler: "Gestionar ante la Municipalidad es como arar en el desierto".
Con cada reclamo sin responder, el intendente Daniel Giacomino pega una nueva cachetada a la ciudadanía, al vecinalismo, al que dispone de su tiempo para buscar la solución a un problema en su barrio.
Es tal vez inédito que sobre más de un centenar de reclamos puntuales de casi 40 barrios que fueron difundidos por este diario, sobren los dedos de una mano para contabilizar los que fueron resueltos. Eso puede dar la pauta sobre la situación de los demás barrios de Córdoba.
No existe mejor foto que ésta para describir a un municipio paralizado: cientos de reclamos, ninguna respuesta, vecinos indignados y hartos.
Puntos de vista
Alberto Herrero
Vecino de Los Paraísos
"Se solucionó el problema de la recolección de residuos, pero los anegamientos continúan, pese a los reclamos que se realizaron".
Marcelo Ferreyra
Vecino de Los Sauces
"El alumbrado público mejoró un poco. Pero por los demás reclamos no tuvimos respuestas del municipio y eso nos molesta".
Carlos Brepe
Vecino de Congreso
“Sacaron el basural. Pero todo lo demás está mal. Estamos trabajando a pulmón, no queremos más nada de promesas, porque no cumplen nada”.
Oreste Echevarría
Vecino de barrio Ciudadela
“No están ni las cloacas ni el desagüe que iban a hacer, pese a que está prometido desde hace cuatro meses. El tema de las aguas servidas tampoco mejoró”.