El dique Paso de las Piedras empezó a llenarse y, a juzgar por las estimaciones, bastante. Si bien la Autoridad del Agua (ADA) dará a conocer hoy la cota actualizada, el embalse habría recuperado unos 60 centímetros como consecuencia del milimetraje registrado el pasado viernes y sábado.
Este incremento ubica al lago en los 154,40 metros sobre el nivel del mar, valor que retrotraería la situación hídrica a octubre.
Testigos ocasionales pudieron observar el sábado el generoso ingreso de agua que se registró durante toda la jornada.
De acuerdo a lo señalado por la ADA en precipitaciones anteriores, la cuenca demora un promedio de 14 horas en volcar las lluvias recibidas al embalse. El primer ingreso fue proveniente del arroyo El Divisorio; más tarde llegó el aporte del Sauce Grande.
El aumento del volumen del lago puede medirse por dos vías: la marca que aparece en la torre de toma, donde es simple notar también los más de tres metros que perdió el reservorio a lo largo del año, y las, hasta el sábado, desnudas orillas del lago que han sido parcialmente cubiertas por el agua.
Sólo alivio. Si bien las lluvias mejoraron la situación general, lejos se está del final de la crisis hídrica.
De acuerdo a mediciones de la ADA, el embalse fue perdiendo unos 25 centímetros por mes durante el invierno, cifra que se elevará en el verano, cuando las temperaturas incrementen el ritmo de evaporización, pudiendo alcanzar los 2 centímetros por día de merma.
De todas formas, el aumento de las reservas sí mejora el panorama respecto de la preocupante alerta naranja, que se declarará si la cota desciende a los 152 metros, situación que ABSA estimaba, hasta estas lluvias, para julio de 2010.
Las precipitaciones, así como las obras del Bajo San José que a partir de fines de enero de 2010 permitirían inyectar a los acueductos uno 3.200 metros cúbicos por hora, favorecen el objetivo de ABSA de mantener constante el volumen de un embalse que en 2005 llegó a su máxima capacidad, 328 hectómetros cúbicos, y que hoy, con su nueva cota, apenas alcanza al 22 por ciento de ese valor.
Ahora, la turbidez
La intensa precipitación registrada en la zona de aporte al embalse comenzará a provocar por estas horas un incremento en la turbidez del agua suministrada en nuestra ciudad.
"La situación es producto de la abundante presencia de sólidos en suspensión, lo cual dificulta su proceso de potabilización. Tal condición permanecerá por algunos días, para ir normalizándose de manera paulatina", señaló ABSA a través de un comunicado de prensa.
La empresa indicó que esta situación no implica riesgo alguno para la salud.
"La calidad bacteriológica está garantizada, es decir que el agua es potable", indicó la empresa.
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