Un estudio encargado por la Defensoría del Pueblo y supervisado por un escribano público constató las denuncias que desde hace años se realizan acerca de la contaminación de los ríos y arroyos de la ciudad. Se detectó que en todos los puestos estudiados las aguas presentaban hasta diez veces más bacterias derivadas de la materia fecal que las permitidas para el riego de cultivos.
El estudio fue realizado por un especialista contratado por la Defensoría del Pueblo el pasado 9 de noviembre en nueve puntos de la ciudad y sus resultados fueron analizados por profesionales del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y de la Universidad Nacional de Cuyo.
"El resultado de las muestras tomadas en las tres desembocaduras de las plantas de tratamiento de líquidos cloacales y en seis puntos de los arroyos Durán, Villa María y Bejarano, revelan que el agua tiene más del doble de bacterias coliformes que las permitidas para la erogación de líquidos cloacales tratados y más de diez veces lo permitido para la realización de actividades acuáticas y el uso para riego de cultivos", dijo el especialista en temas ambientales de la Defensoría, Andrés Rabassa.
El titular del organismo, Juan José Dutto, advirtió que "las muestras se tomaron en un día de frío y con el río al máximo de su caudal, por lo que en esta época de calor y cuando baja el nivel del río la contaminación debe ser mayor".
Agregó que "esperamos una respuesta del gobierno municipal y provincial pero también elevaremos este estudio a la denuncia que ya presentamos ante la Defensoría del Pueblo de la Nación".
Rabassa explicó que las bacterias coliformes están directamente vinculadas con la presencia de materia fecal y que las mismas irregularidades se dieron en los casos de la bacteria Escherichia Coli.
"Sobre un máximo de 1.000 unidades por 100 mililitros para el uso del agua para riego se encontraron 11.000 y eso es porque el método de análisis usado tiene como tope esa cantidad, que creemos que podría ser de millones", dijo.
La geógrafa Patricia Bercovich señaló que "en toda la red de canales es elevada la presencia de bacterias, por la existencia de conexiones cloacales clandestinas que se suman a una conexión realizada por el EPAS a uno de los arroyos de la ciudad".
Añadió: "lo peor es que las veces que fuimos al club Biguá encontramos todas con las compuertas del Durán abiertas, ingresando sus líquidos al río por lo que es posible que el balneario municipal que está a cien metros también este contaminado".
Lo habían detectado años atrás
El defensor del Pueblo, Juan José Dutto, señaló ayer que "luego de muchos años de reclamos hemos recibido informes de estudios hechos por la dirección provincial de Recursos Hídricos, que muestran los mismos resultados que encontramos nosotros desde el 2001".
Dutto dijo que "nos remitieron una gran cantidad de informes, varios por año desde 2001, y en todos se detecta que la contaminación es mayor a la permitida".
Por su parte el especialista de la Defensoría en materia ambiental, Andrés Rabassa, indicó que "esto evidencia que sabían lo que estaba sucediendo desde hace muchos años".
Rabassa señaló que "también después de años de negativas llegó un informe de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), que refleja la misma situación de la presencia de más del doble de la cantidad de bacterias coliformes totales en el agua de los ríos."
El defensor del Pueblo señaló que "el hecho de que desde hace años tengan conocimiento de lo que está sucediendo en la cuenca hídrica de la ciudad, que por años se nos haya negado esta información, y que no se hayan tomado medidas, es muy grave".
Foto: Archivo Programa Infoambiente
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