Tras varios días de estabilidad el río Paraná volvió a experimentar una crecida en las últimas horas y desde la Prefectura estiman que el caudal podría alcanzar los 6,50 metros en los próximos cinco días. Esto dejaría nuevamente a la capital provincial en estado de alerta hídrica.
Ayer comenzó el verano y Corrientes no pudo inaugurar aun sus playas debido a que el río que baña sus costas experimenta desde hace algunas semanas una alarmante creciente que ya obligó a cientos de familias a evacuarse. Si bien en las últimas semanas el caudal permaneció estable (pero alto) durante la jornada de ayer se produjo un nuevo pico.
“El último registro es de 6,16 metros”, confirmó a El Litoral el jefe de la Prefectura Naval Rodolfo Gonzáles quien además estimó que en los próximos cinco días la capital provincial podría volver a ingresar al estado de alerta hídrica “creemos que en poco tiempo vamos a llegar a los 6.50 metros”, manifestó en tanto explicó que estas previsiones se basan en la altura que actualmente tiene el río en la zona de Iguazú donde hasta ayer la cota era de 22.90 metros.
“Este hecho no nos sorprende porque el Instituto Nacional del Agua ya nos venía diciendo que íbamos a tener un fin de año con aguas por encima de los parámetros normales”, comentó. Frente a esta realidad el prefecto insistió con la necesidad de que la población tome conciencia de la peligrosidad de las aguas. “En la costa se puede estar, el tema es no introducirse al agua”, dijo y seguidamente contó que “si se llegan a habilitar algunos lugares para el ingreso de bañistas, va a ser un espacio muy reducido, por lo cual pedimos que respeten esos lugares y no se metan en zonas prohibidas”. Además aseguró “todos nos creemos inmortales pero después de estos hechos nos damos cuenta que estamos dentro del promedio de la gente común”.
Vale resaltar que aunque durante las últimas semanas el caudal se mantuvo estable, las familias evacuadas no pudieron regresar a sus hogares, “el río nunca llegó a bajar mucho”, aseguró Gonzáles.
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