Todo comenzó por una alerta sobre la pureza del agua embotellada y ahora la inquietud se ha extendido por todo Paraguay respecto de la contaminación de las reservas acuíferas subterráneas, de las que depende este consumo esencial en el país.
El detonante fue un requerimiento de la Contraloría General de la República al Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), acerca de los resultados de los análisis del agua envasada y si de ellos podía desprenderse la contaminación de las aguas subterráneas.
El INAN negó cualquier tipo de control de calidad al agua, lo que generó un impasse entre las dos instituciones estatales, que sacó a la luz una preocupación latente sobre el avance de la contaminación de los reservorios subterráneos, en especial del Acuífero Patiño, del que dependen las zonas más pobladas de Paraguay.
Una investigación realizada por la gubernamental Dirección General de Salud Ambiental indica que alrededor de 40 por ciento de los 6,1 millones de habitantes de este país sudamericano utiliza las aguas del Acuífero Patiño.
"Patiño ya no es recomendable para el embotellado de agua, porque ya no alcanza las condiciones para que sus aguas sean consideradas de buena calidad", dijo a IPS Félix Villar, miembro de la Asociación Paraguaya de Recursos Hídricos y docente de la Cátedra de Agua Subterránea de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional.
Este depósito natural de agua subterránea abarca 173 kilómetros cuadrados en el suroeste de la región Oriental de Paraguay.
Se extiende a lo largo del subsuelo de Asunción y su área metropolitana, de todo el departamento Central, el de mayor densidad poblacional del país, y de parte del de Paraguari, con lo que abarca la zona del país más urbanizada y con más importancia socioeconómica.
En el área que abarca el Acuífero Patiño existen actualmente unos 360 pozos industriales registrados, que extraen de este reservorio cada año unos 249 millones de litros de agua, para su comercialización o su uso en la elaboración de diferentes bebidas y en sectores que requieren cantidades masivas del producto.
Se trata de fabricantes de gaseosas, cervezas, productos lácteos, de frigoríficos y de instalaciones de lavado de vehículos, además de más de 400 empresas privadas de embotellamiento y suministro de agua.
La perforación de pozos como fuente de abastecimiento de agua potable es una práctica común en Paraguay, donde la cobertura de la red nacional de suministro de agua llega apenas a 65 por ciento de los hogares.
Al reservorio subterráneo ingresan en la actualidad 175.800 millones de litros de agua al año, 73.200 millones de litros menos de los niveles de extracción, según el estudio "Políticas y Manejo Ambiental del Acuífero Patiño".
No sólo se reduce el agua infiltrada al reservorio, sino que su calidad se deteriora, por causas como los residuos domiciliarios e industriales, la falta de control de los pozos, la creciente cantidad de empresas perforadoras y la ausencia de regulación.
"A partir de sucesivos estudios realizados desde el 2000 hemos notado un avance importante en materia de contaminación con nitrato (niveles superiores a 45 miligramos por litro), provenientes de las aguas negras", indicó Villar.
En 2006, la Facultad de Ingeniería de la que es docente alertó sobre el avance de la contaminación, principalmente por materias fecales. De las 100 muestras de agua analizadas, 34 por ciento tenían valores por encima de los límites aceptables para el consumo humano.
Los estudios muestran el impacto negativo de la sobreexplotación y contaminación, por problemas básicos de saneamiento, que afectan a la población que reside en el área de influencia del acuífero, debido a la proliferación de viviendas conectadas a la red pública en las áreas urbanas y a letrinas con pozo ciego en las rurales.
Apenas 23 por ciento de las viviendas del territorio por el que se extiende el acuífero están conectadas a la red pública de saneamiento y 77 por ciento eliminan sus efluentes en pozos ciegos, lo que infiltra las aguas servidas al acuífero.
"Hemos planteado la posibilidad que se utilice alcantarillado sanitario en parte del área del Patiño para proteger la calidad del agua; sin embargo, hemos notado que el retorno que ocurre del agua negra al agua subterránea, es muy importante para el recurso, y puede crear otro tipo de desequilibrio", explicó Villar.
Planteó que la posibilidad de que no ocurra ese retorno de una parte de las aguas negras, a través de canales naturales, puede agudizar el déficit de recarga del acuífero.
Los estudios también dan cuenta de un incremento de la entrada de agua salada desde la región paraguaya del Chaco. Esto produce que los pozos de los alrededores del río Paraguay presenten altos niveles de salinización.
"Estas zonas correspondían a agua dulce y hoy se hallan salinizadas, por reacción de la misma naturaleza", apuntó Villar.
Fernando Larroza, director de Recursos Hídricos de la Secretaría del Ambiente, dijo a IPS que 10 años atrás los problemas vinculados a las aguas subterráneas eran desconocidos por la población.
"Hoy tenemos más información sobre los acuíferos, pero no tenemos recursos para emprender planes gubernamentales de protección", aseguró. Citó como ejemplo que la ley de 2007 sobre la protección de los recursos hídricos, conocida como Ley de Aguas, "está vigente pero no puede cumplirse".
El Acuífero Patiño es considerado el hermano menor del Acuífero Guaraní, de 1,2 millones de kilómetros cuadrados, compartidos por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
El Guaraní constituye la tercera reserva de agua dulce del planeta, según lo catalogó recientemente la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), tras analizar 270 reservorios.
Este acuífero también es acechado por la contaminación, pero tiene menos peligro a corto plazo respecto al Patiño, principalmente por las diferencias en su extensión y en sus volúmenes de carga y recarga.
Paraguay utiliza solamente 0,5 por ciento del total de agua del reservorio Guaraní, aseguró Larroza.
El acuífero Guaraní se extiende en la zona este de la región Oriental de Paraguay, abarcando un área de 70.000 kilómetros cuadrados. Sus principales zonas de recarga, producida principalmente por la infiltración del agua de lluvia a través del suelo, se encuentran en los departamentos de Caaguazú y del Alto Paraná.
Según Larroza, un Plan Nacional de Recursos Hídricos podrá revertir en alguna medida el creciente deterioro del Acuífero Patiño y el peligro cada vez más cercano de contaminación del Acuífero Guaraní.
Pero, el funcionario de la Secretaría de Ambiente, pese a la elevada amenaza para el suministro y consumo del agua en Paraguay, no hay señales de medidas que solucionen el problema a corto plazo.
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