En mayo de 2010 se adjudicará la obra de Chihuido I, una represa hidroeléctrica que se construirá sobre el río Neuquén y significará el cambio de la matriz productiva de una amplia zona del centro y norte de esta provincia. El anuncio fue formulado el miércoles al mediodía por el secretario de Recursos Naturales de Neuquén, Guillermo Coco, en un contacto con periodistas locales acompañado por el titular de la Unidad Ejecutora Chihuido I y II, Elías Alberto Sapag y Cecilia Calvi, integrante del organismo.
En dos meses, o sea para finales de febrero de 2010, la unión transitoria de empresas conformada por Electroingeniería SA; Constructora OAS; CPC SA; Hidrocuyo SA y Robella Carranza, deberá mejorar la oferta presentada que fue calificada como primera -sobre las propuestas de cuatro grupos empresarios- por la Comisión Evaluadora, de Supervisión y Seguimiento del aprovechamiento multipropósito Chihuido I.
Los cambios que deberá introducir a la oferta original se refieren a “aspectos técnicos -caminos, reubicación de poblaciones, estudios de impacto y establecimiento de los campamentos- que la comisión sugiera”, dijo Sapag. Estas “exigencias técnicas no deberían implicar aumentos en el precio”, dijo.
La inversión se calcula, según las ofertas presentadas, entre los 1.737 millones de dólares y los 1.248 millones de dólares. La propuesta de la UTE mejor calificada fue de 1.559 millones de dólares, y es la que presentó la mayor proporción de financiación propia del proyecto -66,3 por ciento- y la mejor oferta tarifaria. Este último punto fue destacado por Sapag, ya que “es la primera en devolver el dinero tomado en préstamo, deja el tres por ciento de interés a 15 años mientras que las otras propuestas no incluyeron en la tarifa el componente de devolución”.
La financiación será mixta, compuesta por aportes privados y del Estado nacional. La oferta mejor evaluada contempla un 60 por ciento de capitales privados y el resto financiamiento estatal. En este punto, el gobierno de la provincia realizó numerosas gestiones con los ministros de Economía y de Infraestructura, Planificación Federal y Servicios de la Nación -Amado Boudou y Julio De Vido, respectivamente- y obtuvo compromisos respecto de los aportes estatales.
La construcción de la obra demandará entre cuatro años y medio y cinco años, por lo cual la primera turbina podrá entrar en operaciones hacia enero de 2016. Se calcula que requerirá una mano de obra directa de 1.500 trabajadores y otros tantos en forma indirecta durante el tiempo de ejecución del proyecto. Para ello, la Unidad Ejecutora Chihuido I y II ya realizó contactos con los gremios involucrados en las tareas, fundamentalmente el sindicato de la construcción -Uocra- y se establecieron requisitos de residencia mínima en la provincia y porcentajes de ocupación de mano de obra local para acceder a esos puestos de trabajo.
Luego de 15 años, las instalaciones pasarán a ser propiedad de la provincia, recordó Sapag. Subrayó que es la primera vez que un equipo técnico neuquino está al frente de una obra de estas características y que “asume un rol protagónico en el proceso”.
Añadió que Chihuido I será la primera represa del patrimonio provincial, ya que las demás pertenecían al Estado nacional y fueron transferidas a particulares en el proceso de desregulación del mercado eléctrico.
Las modificaciones que la comisión pedirá a la UTE se relacionan directamente con la ubicación de los campamentos de los trabajadores en las localidades próximas a la zona de influencia de la obra: Zapala, Cutral Co-Plaza Huincul, Loncopué, Las Lajas y poblaciones menores como Ramón Castro, Bajada del Agrio y Mariano Moreno, entre otras. También, dijo Sapag, deberá definirse mejor el plan de trabajo para la infraestructura complementaria -caminos, electroductos y reubicación de Quili Malal y de los pobladores de Agrio del Medio, Bajada del Puente y Villa del Agrio- y deberán considerarse cuestiones de impacto ambiental.
El aprovechamiento hidroeléctrico multipropósito Chihuido I consiste en la construcción de una represa sobre el río Neuquén a 5 kilómetros de su confluencia con el río Agrio y a unos 90 kilómetros al norte de Zapala, en el centro de la provincia. Su objetivo es regular las crecidas máximas probables del río Neuquén, que de 311 metros cúbicos por segundo llegó a topes históricos de 10.300 metros cúbicos por segundo en 2006. De esta manera, se asegurarán las poblaciones aguas abajo, que suman unos 500 mil habitantes e incluyen, entre otras, la capital neuquina y las ciudades rionegrinas de Cipolletti y General Roca.
La represa tendrá una cota de 625 metros sobre el nivel del mar y contará con cuatro turbinas con una potencia instalada de 637 megavatios, equivalente a la mitad de la represa de El Chocón. Se conectará al sistema nacional a través de una línea de alta tensión de 130 kilómetros que también deberá construirse entre la represa y Aguada del Cajón.
Formará un lago de 18 mil hectáreas -equivalente a la tercera parte de la superficie del Nahuel Huapi- que permitirá abastecer de agua para consumo humano y riego a una vasta zona del centro de la provincia.
Las ofertas
Del proceso de selección de ofertas quedaron cuatro grupos empresarios. La Comisión Evaluadora, integrada por Sapag, Ricardo Cazeneuve, Juan Carlos Nayar, Luis Giovine y Juan Luchilo, determinó el siguiente orden de mérito:
1.- Electrointeniería SA, Constructora OAS Lto; CPC SA; Hidrocuyo SA, Robella Carranza
2.- Benito Roggio e Hijos SA- Corsan Corviam SA; Esuco SA; Supercemento SA, Sociedad Argentina de Energía SA.
3.- Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA
4.- José Cartellone Construcciones Civiles y Constructora Norberto Odebrecht.
La comisión determinó varios parámetros de evaluación: el monto total de costo de la obra, el financiamiento ofrecido, el porcentaje de financiación propia; la tarifa ofertada equivalente; el costo de operación y mantenimiento; la incidencia del aporte de otras fuentes (participación del Estado nacional).
Elías Sapag dijo que el desvío del río comenzará en enero de 2011 pero en el lapso entre la preadjudicación y la adjudicación, el grupo empresario podrá comenzar a trabajar en el proyecto ejecutivo. Recordó que el BNDES (Banco de Desarrollo) de Brasil confirmó a la comisión evaluadora su aval a las empresas OAS y Odebrecht -ambas brasileñas- que participaron en la compulsa, y ratificó la participación del Banco de Córdoba en las garantías otorgadas a la UTE evaluada en primer término.
Fuente: Subsecretaría de Información Pública - Gobierno de la Provincia de Neuquén |
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