El barrio Anacleto Medina Norte fue abarcado, junto a la zona de anegadizos y Santa Rita, por el Programa de Mejoramiento Barrial (Promeba). Por eso, ese populoso vecindario de Paraná quedó atravesado por calles con asfalto, con la conexión de servicios básicos (agua, cloaca) y por una costanera que permite el acceso a una vista privilegiada del río de un lado y, del otro, a un cordón de casillas precarísimas, con caballos pastando, con muchos niños jugando en un paisaje desolado. Ni un auto transitaba por esa calle nueva, en la calurosa tarde del martes.
Paralela esa arteria, corre Burmeister y en su intersección con Facundo, se observa una obra desordenada, con un revoltijo de tierra en el sector central y partes con cemento en los laterales, con hundimientos en sitios y con rajaduras en otros. Hasta ahí llegó EL DIARIO a pedido de Segundo Moyano y su hijo Alberto, quienes viven a la vera de la construcción.
Ellos dicen que a partir de esos trabajos -“mal hechos”- sufren las consecuencias en su casa, de ladrillo hueco y piso de cemento. También, enumeran otros casos de vecinos –con viviendas precarias- que han tenido que ser reubicados y uno, que al caérsele la construcción debió andar dos semanas para conseguir materiales. Ahora tiene apenas una habitación, señalan.
Situación. “Se rajó entera, hay paredes panceadas”, explica Alberto Moyano, que muestra cómo una grieta ancha recorre el dormitorio de sus padres y otras se abren en torno del marco de la puerta. Según los hombres, los problemas empezaron a visualizarse hace unos quinces días y se agravaron con el aguacero del sábado 19.
“No podemos cerrar las puertas por las rajaduras y no pegamos un ojo cuando está mal el tiempo. Es que tenemos miedo de que pueda pasar algo”, explica Segundo Moyano, quien asegura que han hecho reclamos, sin que hasta ese día hubiera respuesta. “Hablamos a la empresa (constructora Losi) y nos dijeron que llamáramos a Defensa Civil. De ahí, dijeron que a ellos no les corresponde (el arreglo) y nos ofrecieron un lugar para trasladar a mis padres”, relata Alberto. En tanto, desde una oficina del Promeba ubicada en la zona, les informaron que iban a tener que esperar hasta enero. Mientras –describe Segundo- “nos dijeron que iban a hablar con la empresa y sacaron fotos; pero yo no quiero fotos, yo necesito hierros y portland para apuntalar la casa porque tengo miedo de que se caiga”.
TRABAJOS. La obra que se inició en el sector consiste –de acuerdo a los vecinos- en una especie de pasarela en el costado este, en la parte central se proyecta una placita y en el ala oeste, la continuación de calle Burmeister. Los trabajos habrían comenzado en noviembre –según recuerdan- y ya hace unos días quedaron parados. Es que la base de cemento, correspondiente a la vereda, “se cayó, se hundió porque no tiene soporte abajo”. En tanto, en el sector de la traza de la calle, se abrieron grietas que separan la estructura.
“Lo que pasa es que no hicieron un estudio de suelo. Esto tiene 8 metros de arcilla, le habíamos dicho que debían hacer el estudio, ver hasta dónde se podía drenar y a partir de ahí hacer un encadenado para que tenga buen soporte”, relata Alberto.
Así las cosas, los vecinos piden que no siga lloviendo y que pronto se atienda el problema. Mientras, Segundo –quien fue elegido manzanero para representar a los vecinos de ese sector- anuncia que no descartan recurrir a la Justicia.
Sin agua
Segundo Moyano reseña que hace años que en su cuadra hay problemas con el servicio de agua potable, pero se queja porque ahora hace nueve días que no tiene suministro.
Es que, según sus averiguaciones, el deslizamiento del terreno hizo que la cañería colapsara, por lo que se tuvo que cerrar la red. Mientras –dice Segundo-, desde la empresa constructora le pidieron “paciencia”. En estos días, llenan un tacho con el agua que les pasan los vecinos ubicados sobre calle Facundo, pero el líquido –afirman- tiene olor y está turbio.
Han llamado al personal de Obras Sanitarias, han ido al barrio y ahora programan hacer algunas conexiones en la red. En cuanto al estado del agua –que consumen las familias de un sector de calle Facundo- cuenta Alberto que recibieron la sugerencia de llamar a Bromatología.
El corrimiento de tierra también afectó a las cañerías de cloacas, asevera por último, Segundo.
Anuncian que se hará un estudio de suelo
María Gabriela González, titular de la Unidad Ejecutora Municipal, informó que en el sector ubicado en la intersección de las calles Burmeister y Facundo, donde se proyecta la construcción de una costanera intermedia, se produjo un deslizamiento en el terreno. Ante eso, dijo que se pararon los trabajos y se iniciará un estudio de suelo para determinar la causa de los corrimientos.
Añadió que una familia, que vivía en una casa precaria, fue trasladada “ante la eventualidad de que se produzcan otros deslizamientos”. En cuanto al resto de las viviendas, informó que fue relevada la situación de cada una y remarcó –en alusión al caso planteado- que si una vivienda resulta afectada por la obra, se prevé el reconocimiento de los daños una vez corroborado con certeza el motivo.
Si bien en la última lluvia no se produjeron movimientos, “esa parte de la obra está en observación” hasta que tomemos todos los recaudos técnicos para que la corrección que se haga sea la correcta con el fin de evitar seguir teniendo problemas”.
Para el estudio de suelo, se convocó a una empresa y hasta que ese trabajo avance, la constructora Losi –responsable del contrato- ha suspendido las tareas en ese sector, pero continúa haciendo veredas, entre otras cosas. Así descartó una versión que manejaban los vecinos respecto del retiro definitivo de la empresa del frente de obra. De todas maneras, informó que desde vísperas de Navidad hasta el 4 de enero no habrá actividades debido a que la firma otorga receso a sus empleados.
Avance. En cuanto al estado de la obra en general, dijo que prácticamente se terminaron las instalaciones de agua y cloaca y también uno -de los dos- salones de usos múltiples programados. La reforma en la plaza principal está concluida (lleva un anfiteatro, zonas de pérgolas y bancos).
El dato
85 % Ese es el nivel del avance de la obra del Promeba en ese sector de la ciudad, dijo la arquitecta María Gabriela González, titular de la Unidad Ejecutora Municipal, área a cargo de la coordinación del programa nacional. La finalización está prevista entre febrero y abril. La inversión alcanza a los 16,5 millones.
Más información
Nueva etapa. En febrero está previsto comenzar con el Promeba en los barrios Belgrano, Mitre y La Delfina. La inversión alcanzará a casi 18 millones de pesos. La semana pasada se firmó el contrato de ejecución con una empresa de Buenos Aires.
Condiciones. Un requisito del programa es que alcance a barrios con necesidades básicas insatisfechas: el 75% del vecindario tiene que estar por debajo de la línea de pobreza. Por eso, se tratan de viviendas muy precarias, dijo la titular de la Unidad. |
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