El desborde del río Areco, tras las intensas lluvias caídas sobre el norte de la provincia de Buenos Aires, castiga la localidad de San Antonio y amenaza con una nueva e inesperada polémica entre el gobierno nacional y los ruralistas. Es que la administración kirchnerista, con el respaldo de las autoridades bonaerenses, denunció que la inundación fue consecuencia de canales clandestinos abiertos por los productores, para resguardar a sus propios campos. Mientras tanto, miles de personas esperan volver a sus hogares en las próximas 48 horas. Será difícil, ya que gran parte del centro y de tres barrios están bajo el agua.
Los 28.000 habitantes de San Antonio padecieron lluvias durante los últimos seis días. El miércoles cayeron 87 milímetros, el viernes 90 y el sábado 140. El río desbordó 200 metros a cada lado y la inundación fue casi total en las tres cuadras desde la costa hasta la plaza del pueblo. Hay 3.000 personas –fundamentalmente de los barrios Amespil, Canoglio y Don Pacho– directamente afectadas. Un tercio de ellas, según cálculos municipales, se autoevacuaron o fueron derivadas a clubes y centros municipales.
“Va a costar muchísimo que las familias humildes vuelvan”, explicó el jefe de Bomberos Voluntarios, Guillermo Testone. El Ministerio de Desarrollo de la Nación informó que los vecinos ya recibieron ropa y más de 24 toneladas de alimentos. También está en marcha un amplio despliegue de las Fuerzas Armadas, con camiones, botes, cocinas de campaña y plantas potabilizadoras de agua.
Más allá de la asistencia, el poder político hizo foco en un tema que en San Antonio reconocen a desgano: la canalización ilegal de los campos linderos con el río. Este fin de semana la televisión local mostró más de doce canales clandestinos de entre siete y veinte kilómetros.
El gobernador, Daniel Scioli, criticó esas obras. “Lo que dicen los vecinos con experiencia –aseguró– es que se han construido canales irregulares en algunos campos para evitar que se inunden, pero esas aguas desembocan en el centro de Areco”. Muchos están en campos de Capitán Sarmiento, Salto, Arrecifes, Carmen de Areco y la laguna Tatai, donde nace el río. Como es una zona playa, los productores intentan acelerar el drenaje hacia el Areco, cuya capacidad se ve colmada.
El mandatario provincial instruyó a su ministra de Infraestructura, Cristina Álvarez Rodríguez, para que concrete hoy mismo una presentación judicial. Fue después de sobrevolar la zona junto a la intendenta, Estela Lennon. Scioli le mandó fotos de los desvíos intencionales del río a la presidenta Cristina Fernández, quien pidió a ARBA –la agencia de recaudación provincial– la identidad de los propietarios de los campos. Álvarez Rodríguez se presentará esta mañana en Areco, junto a su colega de Justicia, Ricardo Casal, para constatar “si existieron causas no naturales” del desastre. Ante una consulta de Crítica de la Argentina, las autoridades bonaerenses eludieron brindar los nombres de los productores cuestionados y dijeron que los difundirán tras llevarlos a la Justicia.
El ministro de Planificación, Julio de Vido, y la titular de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, también recorrieron ayer la zona. Tras sobrevolar las áreas más afectadas, De Vido anticipó que la Nación también avanzará en la denuncia penal. “En muchos campos hicieron canales que concluyen en el río”, criticó el funcionario.
Los productores se defendieron, aunque reconocieron errores. “Los organismos de control son responsabilidad de la provincia. De todas formas, nosotros luchamos contra la decisión personal de cada uno de hacer los canales y condenamos que se les eche agua a los vecinos”, aclaró a este diario Martin Vivanco, presidente de la Asociación de Productores de San Antonio. “Acá existe una Dirección de Hidráulica, con lo cual quedan de manifiesto fallas en la gestión. Las obras se anarquizan, requieren trámites interminables y a veces se aprueban después de hacerse”, agregó José Guilhamelou, protesorero de la Carbap. La solución, opinó Vivanco, pasa por profundizar el cauce del río, reparar las alcantarillas y corregir los caminos mal trazados.
En medio de la búsqueda de responsables, la intendenta Lennon reconoció que es la peor inundación de los últimos cincuenta años. El hospital local estuvo a punto de ser evacuado. Tiene el subsuelo inundado y varias salas inutilizadas.
“Da impresión ver al pueblo. La situación está muy fea, nunca vi algo así. Está todo desbordado, hay negocios completamente tapados por el agua”, contó la artesana Betti Oyhanto. Las inundaciones también cubrieron el Museo Ricardo Güiraldes. “Es nuestra carta de presentación al mundo. Tiene toda su obra y colecciones de platería gauchesca”, lamentó Marcela Rossi, de la municipalidad. Aunque no se habló de víctimas, el gobierno local reconoció la muerte de una chica de 14 años. Se había ido a bañar al río el jueves pasado y estaba desaparecida.
Sólo la bajante del río aliviará los ánimos. Mientras las policías zonales llegan a San Antonio para colaborar, lanchas con reflectores recorren las casas inundadas, ya que muchas personas se instalaron en sus techos para evitar robos. Aunque persisten las dificultades para llegar a la zona –fue desviado el tránsito de las rutas 8 y 9–, la municipalidad pide que se envíen colchones, agua potable, ropa y alimentos no perecederos. Es probable que esas necesidades se intensifiquen: el pronóstico para hoy prevé más lluvias, además de ráfagas poderosas.
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