Una lluvia torrencial castigó en la madrugada de ayer San Pedro de Guasayán y sus alrededores, con casi 120 milímetros de agua acumulados en casi una hora, aunque no tuvieron que lamentarse daños ni inundaciones.
Donde sí hubo damnificados fue en Sol de Mayo, paraje ubicado a casi 60 kilómetros. En este lugar se registraron inundaciones de viviendas a causa de una tormenta que sorprendió a los pobladores en la madrugada del 25 de diciembre, pero que se complicó con persistentes lloviznas.
Cuatro personas de entre 54 y 60 años tuvieron que ser evacuadas debido a la amenaza de derrumbe del rancho que habitaban en el mencionado pueblo del departamento Choya, ubicado a casi 80 kilómetros de San Pedro de Guasayán.
Se trata de la familia Santillán, que horas después de recibir la Navidad tuvo que soportar un fuerte aguacero que rápidamente inundó el lugar y dejó prácticamente todas sus pertenencias inutilizadas, desde frazadas y colchones, hasta la ropa que poseían, según informó a EL LIBERAL el subcomisario Mansilla, de la Seccional 25 de San Pedro de Guasayán.
Si bien desde organismos provinciales se dieron instrucciones para atender todas las necesidades de esta familia, los vecinos e instituciones de la zona sumaron su colaboración.
Para asistir a estas personas, en San Pedro y en Lavalle se lanzaron colectas para tratar de reunir los elementos necesarios para rehacer sus vidas, además de alimentos no perecederos. El subcomisario Mansilla dijo que la respuesta de la gente fue inmediata, como también de las autoridades municipales que enviaron materiales que ayer por la tarde fueron entregados por los uniformados a los evacuados en la casa de la hija de uno de ellos, donde quedaron alojados provisoriamente.
Mientras tanto, desde la Comisaría sanpredina se dispuso ayer un relevamiento por los alrededores para determinar las consecuencias del fenómeno climático registrado durante la madrugada del domingo.
Se pudo determinar que los pueblos de Santa Catalina y Villa Guasayán estuvieron durante varias horas sin energía eléctrica debido a la caída de postes y cortes de cables del tendido, aunque no hubo inundados ni otras consecuencias que lamentar a causa de la lluvia torrencial.
En cambio, los que se llevaron la peor parte de la tormenta fueron los vecinos que viven del lado catamarqueño de San Pedro, donde hubo varias calles anegadas y el agua llegó a algunas viviendas.
Incluso, se supo que el vehículo de un artista que actuaba en un boliche del lugar fue arrastrado por el agua por más de doscientos metros en plena madrugada.
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