Más de 300 personas tuvieron que ser evacuadas tras la crecida del río Negro en Mercedes y esperan que el agua siga subiendo hoy. En Paysandú, Salto y Tacuarembó todavía quedan personas afuera de sus hogares por las inundaciones.
Cuando la última familia evacuada estaba a punto de retornar a su casa, una nueva crecida del río Negro echó por tierra la esperanza de la población mercedaria que, con asombro, observó como el río creció abruptamente y desplazó en pocas horas a más de 300 personas.
La tristeza y amargura de la gente se siente en muchos barrios de la ciudad. No habían terminado de desinfectar sus casas y de pintar nuevamente las paredes, cuando el fantasma de la creciente golpeó de nuevo. Otra vez evacuación, otra vez traslado de muebles, pérdida de bienes, y, en algunos casos, hasta la separación de la familia. No será un fin de año como otros. La fiesta en Mercedes, esta vez se vivirá de forma diferente, al menos entre quienes se ven afectados por este fenómeno que no da tregua.
El Comité de Emergencia Departamental de Soriano se reunió para analizar la situación generada por el repunte del río Negro, frente a Mercedes y se informó que se prevé que el río alcance hoy el nivel de los 7,50 metros, unos cuantos centímetros más que la pasada inundación, cuando llegó a los 6,93 metros. Ante esta situación, el comité dispuso preparar la evacuación de las personas cuyas fincas se encuentran en el entorno de esta cota de inundación.
La tarea de alertar a los vecinos de las zonas de mayor riesgo, dio buenos resultados ya que se coordinaron en tiempo y forma los trasladados de las personas y sus bienes antes que les llegue el agua a las viviendas.
Según los últimos datos oficiales, aportados por el intendente de Soriano, Guillermo Besozzi, el número de evacuados en Mercedes ascendían a 373 personas, 123 de las cuales se encontraban en refugios y las restantes en casas particulares.
Los Centros de Evacuación que se habilitaron son el velódromo Leonel Rocca, el estadio Luis Koster y el gimnasio del club Olímpico. El resto de los damnificados han ido a fincas particulares.
Entre los afectados se cuentan quienes sufrieron la anegación de sus viviendas por las lluvias de este sábado y también los evacuados que viven en las áreas de mayor riesgo de inundación en la costa del río Negro y del arroyo Dacá, lo cual totaliza más de 100 familias.
La Intendencia de Soriano y el Batallón Asencio vienen brindando atención alimentaria a los alojados en Centros de Evacuación, al tiempo que médicos de Salud Pública recorrieron el domingo los refugios para atender la salud de los evacuados.
Por otra parte, según el último informe del Sistema Nacional de Emergencias aún quedan personas afuera de sus hogares en Paysandú (135), Salto (200), Artigas (20) y Tacuarembó (13).

LLUVIAS. Respecto a la posibilidad de precipitaciones, el Sistema Nacional de Emergencias alertó en la mañana de este lunes al Comité de Soriano sobre la probabilidad de ocurrencia de precipitaciones en la jornada. Se esperan copiosas lluvias en un corto período de tiempo lo que podría generar crecidas espontáneas.
El intendente de Soriano dijo que "hay que ir acostumbrándose a vivir estas situaciones". Agregó que hasta ahora los desastres naturales como consecuencia del cambio climático, "era algo que sólo veíamos por televisión".
"El año pasado a esta altura estábamos pidiendo por una gota de agua y ahora no puede ser que en diciembre hayan caído 320 milímetros de agua".
Besozzi explicó que los daños en la agropecuaria son significativos, porque se perderá entre el 15% y el 20% de la cosecha "que quedaba por levantar. Hoy quizás ya no sirva ni para ración".

Corte de rutas y caminos
La Jefatura de Policía de Soriano reportó varios cortes en rutas y caminos debido al desborde de cursos hídricos, ellos son: paso De la Cruz (arroyo Bequeló), puente Caviglia (arroyo Dacá), paso Ramos y paso Zabala (río San Salvador), pasos Tamberas y Lugo (arroyo Grande) y ruta 14 accesos a Mercedes en zona de La Criolla. El intendente de Soriano, Guillermo Besozzi, calificó de "enormes" los daños producidos en la caminería rural.