Vecinos del barrio Los Ejidos reclamaron por olores nauseabundos que emanan de las pérdidas de agua, producidas a causa de una obra inconclusa por un by pass de cloacas. En respuesta a este reclamo, el intendente capitalino, Ricardo Guzmán, junto a funcionarios de su gabinete y representantes de Aguas de Catamarca, recorrió calle La Rioja, desde la esquina de Avellaneda y Tula hasta la margen del Río del Valle, para constatar la situación planteada por los vecinos.
La empresa que tiene a cargo la obra ha roto los cordones cuneta y el pavimento, a lo que se han sumado los escapes de agua en las distintas arterias que rodean la calle, entre el 1.300 y el 1.500. La alta presión que tiene este sector de la red cloacal hace que salga el líquido desde las tapas de boca de registros en horas pico y que al no correr por no tener cordones cuneta, se estanque. Todo esto significa un gran problema para los vecinos, no sólo por los olores y la transitabilidad de la calle sino también porque se transforma en el hábitat ideal para la reproducción de mosquitos, especialmente del aedes aegypti, transmisor del dengue.
Luego del diálogo mantenido con los vecinos, el jefe comunal se comprometió a que la municipalidad, de manera coordinada con Aguas de Catamarca, comenzará a partir del próximo 4 de enero, con 200 metros de red de cloacas que le estarían faltando a los vecinos para sanear ese sector. Los trabajos permitirán descomprimir la situación que atraviesa el lugar y llevarlos hacia la intersección de una futura traza que sería la solución definitiva para bajar la presión de la red cloacal en este sector.
El secretario de Planificación, Obras y Servicios Públicos, Marcelo Mari, explicó que “la idea es hacer mayor corrimiento de las aguas estancadas, además la empresa Agua de Catamarca va a hacer los arreglos correspondientes a los escapes que aportan a esta situación”.
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