De los 28 días que ya pasaron de diciembre, hubo apenas tres de sol pleno. Sólo en seis días la temperatura superó los 32 grados. Cayeron lluvias, lloviznas y chaparrones en 17 días de esos 28. Sin embargo, los lagos que abastecen la ciudad de Córdoba y alrededores no sólo no se recuperaron, sino que fueron perdiendo agua.
¿La razón? Las lluvias no cayeron en las cuencas de los lagos y los usuarios abandonaron las medidas de ahorro. El promedio anual de lluvias en la provincia es de 749 milímetros y cayeron 449 hasta ayer, 40 por ciento menos.
El panorama es complicado. De los ocho embalses que hay en la provincia, sólo uno registraba ayer más agua que el 1° de diciembre: Los Molinos, que tiene 46 metros frente a los 45,49 de hace casi un mes. En el resto, de a pequeñas cantidades, hubo bajas.
Según la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Provincia, el San Roque tenía ayer 27,77 metros, cuando marcaba 28,23 el 1° de diciembre. La Quebrada suma 21,78 metros, cuando hace casi un mes tenía 22,41. La situación es grave en el norte (Cruz del Eje y Pichanas) y menos preocupante en Embalse, El Cajón y Los Molinos. Excepto estos tres, al resto le falta entre el 18 y el 41 por ciento para llegar al vertedero.
La baja preocupa porque se da pese a las lluvias y con temperaturas moderadas. "Hay una tendencia de los usuarios a relajarse; la gente cree que porque se inundaron las calles se terminó la crisis hídrica", enfatiza el director del Ersep, Jorge Saravia.
Recordó que las restricciones siguen vigentes: no regar, ni llenar piletas, ni lavar autos ni veredas. Por encima de los 35 metros cúbicos mensuales se considera que hay derroche.
Cuando se anunció el operativo de control de agua –a mediados de noviembre, en conjunto con la Municipalidad–, el promedio de consumo por habitante en Córdoba capital estaba en 329,7 litros. Con la campaña y las multas, se redujo a 287,5 litros en la segunda quincena de noviembre. Pero, ahora, admitió Saravia, volvió a superar los 300. "No se dio la continuidad en la baja, como esperábamos", dice. En la misma línea se inscribe el subsecretario de Recursos Hídricos, Jorge Masih. "Las restricciones siguen hasta febrero inclusive", recordó.
El Ersep intimó a 11.800 usuarios con consumos que superan los 35 metros cúbicos. A unos 1.800 se les realiza una lectura del medidor cada 15 días. Ahora, se está haciendo la segunda revisión del ciclo abreviado, pero hay unos 400 derrochones que, pese a las advertencias, no redujeron el consumo.
150 milímetros de lluvia hacen falta para recuperar, al menos, la mitad de lo necesario en los lagos. Pero tienen que caer de forma constante y pareja: no sirven las lluvias torrenciales como se han producido, porque las napas absorben sólo el 20%.
En diciembre, cayeron 114 milímetros en la ciudad de Córdoba y 207 en las Sierras Chicas. "Pero llovió abajo, no en la cuenca", señala Mario Navarro. Se necesita agua en las Altas Cumbres y arriba, en La Falda.
El déficit, uno por uno
Enero: 70% de días nublados
Puede maldecirlos sin pudor. Pero los meteorólogos pronostican que enero será "tan malo" como diciembre si se los mide con la vara del buen tiempo que uno busca para las vacaciones.
Según Mario Navarro, del Observatorio de Salsipuedes, el 70 por ciento de los días de enero estará nublado y habrá, al menos, unos 10 días de lluvia. "Para que se recuperen los lagos, se necesitan más de 150 milímetros de agua, pero no que caigan en forma torrencial", explica.
Es que las napas absorben alrededor del 20 por ciento de la lluvia caída. Si el agua se distribuye "un poco todos los días" –entre 20 y 30 milímetros diarios en una quincena, por ejemplo– los afluentes de arroyos podrían recuperar su caudal y, luego, los diques podrían reducir a la mitad lo que falta para llegar al nivel del vertedero.
Para enero, el pronóstico de lluvias promedio en toda la provincia, según Navarro, es de 140 a 150 milímetros, aunque con variaciones: 155 en la zona centro, de 70 a 120 en el oeste, de 90 a 140 en el norte, de 120 a 180 en el este y entre 150 y 200 en el sur.