El estado que presenta el río Suquía en su paso por la ciudad de Córdoba es lamentable. En sus costas se multiplican los basurales, mientras que un desborde en una válvula cloacal arrojaba ayer sin cesar miles de litros de líquidos contaminados.
Ayer por la tarde, La Voz del Interior recorrió las costas del río, y encontró escenas que rozan lo aberrante. Desde el puente Zípoli, al oeste, hasta el puente Monteagudo, en el este, las situaciones de desidia y abandono se repiten.
Esa realidad se complementa con el escaso mantenimiento que se le hace: en algunos sectores se realizaba el desmalezamiento, y en la intersección de avenida Costanera y calle San Alberto, se limpiaba el enorme basural que se radica allí desde hace años.
Pero a escasos metros de donde se llevaban a cabo esas acciones, carreros descargaban grandes cantidades de desperdicios.
Según un relevamiento realizado en 2008 por la Municipalidad, hay en la ciudad 91 basurales a cielo abierto, de los cuales hay 16 en los sectores aledaños al Suquía.
Tres se encuentran ubicados entre el puente Zípoli y el puente José Roque Funes, dos entre los puentes Sarmiento y Alvear, uno entre el puente de la avenida 24 de Septiembre y el nudo vial Mitre, seis entre el vado Sargento Cabral y el puente Monteagudo, y cuatro más en la zona de la avenida de Circunvalación.
La composición de los basurales va desde escombros, pasando por plásticos, cubiertas y bolsas, hasta llegar a animales muertos.
Volcamientos. A unos pocos metros del vado de calle Sargento Cabral se puede apreciar una desagradable fuente de aguas servidas danzantes. Se trata de una pérdida en el caño troncal que recibe los líquidos cloacales de los barrios Colón, Maipú, San Vicente y Altamira y que cruza el río Suquía para transportar los fluidos hasta la planta de tratamiento de Bajo Grande.
Precisamente, a la altura de la calle Blas Parera se puede apreciar el caño, que posee dos enormes válvulas. Debido a las frecuentes fallas de la red, esas válvulas producen importantes volcamientos de líquidos cloacales sin tratamiento en las aguas del Suquía.
Esa situación no es nueva: cada tanto, este diario da cuenta de alguno de los volcamientos que allí se producen. El resultado es también conocido: se multiplican en el agua las bacterias fecales que, al entrar en contacto con seres humanos, producen gravísimas enfermedades gastrointestinales y el temido síndrome urémico hemolítico.
Con la llegada de las altas temperaturas, muchas personas se acercan al río Suquía para refrescarse, muchas veces sin tener conciencia sobre el nivel de contaminación que arrastra el curso de agua, provocado justamente por los basurales y desbordes cloacales que lo afectan en varios lugares.
16 basurales en el río
Relevamiento. En abril del año pasado, la Municipalidad de Córdoba realizó un relevamiento de basurales en la ciudad. Se detectaron 91, de los cuales 16 se encuentran en las costas del río Suquía.
Provincia y municipio
Los controles para que el río Suquía esté en buen estado son responsabilidad de la Provincia y de la Municipalidad. La Provincia, debido a que quedan bajo su jurisdicción los cursos de agua.
Tras la crecida
Luego de las últimas crecidas, se acumularon importantes cantidades de basura en el vado de la calle Sargento Cabral, en barrio San Vicente. Eso facilita que la vía se interrumpa en el caso de una nueva crecida del río.
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