Un día después de que el ministro de Planificación, Julio de Vido, y el gobernador bonaerense Daniel Scioli, adjudicaran la responsabilidad por las inundaciones a canales clandestinos tendidos por ruralistas, referentes de los sectores afectados y organismo técnicos del Estado salieron al cruce de esos argumentos. Según pudo constatar El Cronista entre expertos del Ministerio de Infraestructura bonaerense y la intendencia de San Antonio de Areco –la localidad más afectada por las aguas–, el efecto de las lluvias del fin de semana se podría haber morigerado mediante inversiones públicas para el dragado del Río Areco. Hay incluso un expediente elevado por la Municipalidad a la gobernación en la década del ’90, pidiendo la limpieza del río.
“Es cierto que el curso del río está cerrado aguas abajo. Eso podría haber mejorado la situación, aunque la mayor responsable es la lluvia y también aportaron los canales clandestinos”, reconoció un técnico del Ministerio de Infraestructura de Buenos Aires a cambio de confidencialidad. Pero se justificó: “A nivel de la provincia se deciden obras chicas, como los desagües, que anduvieron bien. La limpieza del río es algo mucho más grande”.
El mismo funcionario había estado reunido por la mañana con la titular de esa cartera, Cristina Alvarez Rodríguez, que sobrevoló la zona en búsqueda de canales clandestinos (se utilizan para desagotar con mayor velocidad los campos).
De acuerdo con Scioli y De Vido –hablan de 30.000 canales, un número que no fue confirmado por ninguno de los consultados por este diario–, son los principales responsables del desastre.
Allegados a la intendenta de San Antonio de Areco, Estela Lennon, que responde a un partido vecinal con orientación radical, esgrimieron un argumento similar al de los técnicos provinciales: “Estamos convencidos de que el dragado y la limpieza del Río Areco son las obras fundamentales para evitar las inundaciones. Pero esta cantidad de lluvia es algo que no ocurrió nunca antes”, explicaron. Sin embargo, un trabajo del 7 de diciembre del Instituto Nacional del Agua, bajo la órbita de Planificación, anticipa “precipitaciones normales a superiores a lo normal” para la Cuenca del Plata.
En la intendencia también reconocieron la existencia de canales clandestinos, pero aclararon que antes de dar una opinión esperan “un profundo estudio por parte de autoridades hídricas”.
Al pie del desastre, De Vido le prometió a Lennon el domingo apurar los trámites para concretar la limpieza del Río Areco. Hace pocos meses concluyó una obra de ese tipo en el arroyo Pergamino, algo que ayudó a que esa zona enfrentara mejor las precipitaciones. Y ex funcionarios bonaerenses recuerdan que una inundación similar en 2001, activó obras de dragado como las del Río Salado.
En cuanto a la construcción de canales clandestinos, en un despacho del propio Gobierno nacional reconocieron que se trata de “prácticas típicas”. Y recordaron que Areco parece tener el destino cambiado: el año pasado atravesó la sequía más fuerte de su historia, y ahora la inundación más grande. “Es por eso que ahora se acuerdan de los canales”, apuntaron.
En la intendencia aseguran que una vez que controlen la emergencia –la prioridad es evitar epidemias y dar asilo a unos 3.000 evacuados– insistirán ante el Gobierno para que se complete la inversión. Y posiblemente sumen la ampliación de los puentes de las rutas 8 y 9.
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