Los pobladores de las compañías San Antonio y La Inmaculada salieron a la calle para reclamar solución al problema de provisión de agua potable. El intendente de Nanawa, Javier Núñez (ANR); el presidente de la Junta de Saneamiento, Isidro Gómez; y el párroco de Remansito, padre Ignacio Cantero, se unieron al grupo. Sin embargo, no se presentaron los intendentes de José Falcón y Villa Hayes, Walter Olmedo (ANR) y Basilio Núñez (ANR), respectivamente.
El vital líquido debía ser proveído desde hace dos años por la Junta de Saneamiento “Integrado Nanawa-José Falcón”, que tercerizó el servicio a través del Consorcio Ypotî, mediante un convenio para la inversión y ampliación de la red de distribución del agua, de acuerdo a la necesidad.
“Lo que hizo fue ampliar las conexiones, pero sin invertir nada para el mejoramiento del servicio”, manifestó Isidro Gómez, presidente de la Junta de Saneamiento. También explicó que la capacidad del servicio es para 1.900 usuarios, pero actualmente están conectadas a la red 2.300 casas.
Debido a esa situación, ya no llega el agua a más de 100 familias de la zona, explicó. Mientras que en los sectores más antiguos se perdió la calidad del servicio (presión), pero los más afectados son los de San Antonio y La Inmaculada.
El diputado Henri Mineur (PLRA) se acercó al lugar de manifestación y frente a los afectados, mediante llamadas telefónicas, inició los contactos con el presidente del Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa), Ing. Martínez, para encontrar solución al problema.
El jefe comunal de Nanawa, Javier Núñez, prometió el envío de camiones cisternas dos veces por semana, para la provisión de agua potable a los pobladores. Dijo que pedirá ayuda al Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Falcón.
El representante de la cuestionada empresa, el Consorcio Ypotî, Arq. Víctor González, argumentó el permanente corte de energía eléctrica en la zona como uno de los factores que impiden el buen servicio. “Casi diariamente tenemos cortes en nuestras cuatro estaciones de bombeo”, sostuvo.
Sin embargo, reconoció que fue rebasada la capacidad de servicio de la empresa. Aseguró que los usuarios de San Antonio y La Inmaculada sabían que tendrían este problema, “y en esas condiciones aceptaron las conexiones”, subrayó |
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