Ante las eventualidades de la gestión y frente a los graves problemas que afronta la provincia, antes de averiguar profundamente cada tema, el dedo del gobernador Daniel Scioli se ocupa de señalar a algún presunto culpable. Lejos de buscar soluciones, de hablar de sus gestiones para prevenir los desastres que sufre Buenos Aires, levanta el índice y acusa.
En esta oportunidad la catástrofe ocurre en la ciudad de San Antonio de Areco y sus zonas aledañas, que se encuentran anegadas, con miles de vecinos que han debido abandonar sus casas y con algunos muertos.
Las fuertes lluvias, que duplicaron en un día la media para el mes de diciembre, hicieron también que se produjeran 300 evacuados en Salto y 250 en Arrecifes. En Pergamino, un chico de 10 años se ahogó y un joven de 19 está desaparecido, arrastrado por la crecida de un arroyo.
Pero desde La Plata se ha centrado la discusión en la acusación que desde la administración Scioli se hizo de los productores rurales de la zona de Areco. "Al parecer y según me decían los especialistas, la intendente, los policías de la zona y los vecinos, fueron las zanjas clandestinas que se hicieron en los campos las que provocaron el desborde del río sobre el casco urbano", dijo Daniel Scioli, a lo que la intendente Estela Lennon replicó: "Hay desagües naturales como otro tipo de desagües que se nota que van al río y pueden haber sido producidos por el hombre, pero son todas hipótesis. Esto, hasta que no esté confirmado y yo lo pueda decir abiertamente, no lo puedo ver como una opción clara".
En sintonía con el Gobernador, la ministra de infraestructura de la provincia, Cristina Alvarez Rodríguez, sobrevoló la región y aseguró que se aprecia "claramente" la existencia de "canales clandestinos" en campos aledaños al río Areco. ¿Cómo conoce tanto la Ministra sobre canales clandestinos en esa zona?, no se sabe. ¿Cómo puede a simple vista reconocerlos?, tampoco.
En el vuelo de reconocimiento viajaron también el ministro de Justicia Ricardo Casal y el fiscal general de Mercedes, Pablo Merolla.
Casal, con más responsabilidad, aseguró: "Hicimos un sobrevuelo para verificar la existencia de estos canales. Luego la autoridad Hidráulica elevará los estudios para la investigación". Aclaró que "los canales existieron siempre. Lo importante es saber si son reglamentarios o no y ver, en caso que no sean reglamentarios, qué incidencia tuvieron en el desastre".
Consultado el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Pedro Apaolaza, advirtió que "se han dado un montón de elementos que se unificaron para crear esta grave situación. Es una realidad la construcción de canales no siempre legales ni autorizados por parte de los dueños de los campos de la zona". Explicó que cuando la provincia se inundó, "cada uno trató de salvarse de la mejor manera posible. Es probable que haya responsabilidad de algún propietario de campo, y es probable que haya negligencia de los organismos públicos que no han efectuado los debidos controles".
"Ahora hay que sacar el agua de Areco y hacer una profunda investigación para determinar la responsabilidad de cada uno", advirtió Apaolaza.
Buscar un único culpable ante este tipo de desastres es una simplificación absolutamente inaceptable. Seguramente habrá canales clandestinos y, además, el río Areco no ha sido mantenido como se debe. Según los vecinos de la zona, el cauce del río casi no existe porque no se ha limpiado en mucho tiempo y hay además un puente roto que obstaculiza el paso del agua. Mientras que en las radios capitalinas se llena el aire de opiniones que no contienen ningún conocimiento válido, y los canales de televisión transmiten imágenes aéreas de la inundación, se pierde el tiempo en polémicas fogoneadas por funcionarios ineficientes, que solo consiguen justificarse acusando de sus faltas a terceros, a quienes en definitiva ellos deberían controlar. |
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