Si bien la crecida del río Paraná recién llegaría a su pico máximo en los primeros días de enero, ayer en las zonas ribereñas de Arroyo Seco y Villa Constitución más de 30 familias tuvieron que ser evacuadas debido a que el agua ya había ingresado a sus viviendas. El operativo de evacuación estuvo a cargo de la Subsecretaría de Protección Civil de Santa Fe. La decisión, calificada de "preventiva", se adoptó luego de advertir un marcado aumento del nivel del río en distintas zonas ribereñas de la provincia. Las autoridades a cargo del traslado aseguraron que no se descarta que haya que evacuar a más familias.
El titular del organismo, Marcos Escajadillo, dijo a Clarín que se busca evitar "situaciones de desborde". "Por el momento sólo hemos trasladado a aquellas familias que por la sequía se asentaron en a la vera del río. Y si bien por ahora la situación está controlada, habrá que estar atentos cuando el Paraná llegue a su pico", explicó.