Si los planes de los impulsores del proyecto Prodar (Programa de Desarrollo Agro Industrial y de Riego del área del Río Dulce) marchan de acuerdo a lo previsto, en agosto de 2010 se tendrá en papel la justificación técnica de porqué se tiene que llevar adelante la mejora integral del sistema de riego.
Luego vendrán los diseños de ingeniería, el plan de gestión y la etapa de licitaciones y construcciones, cada una de las cuales debe ser analizada en profundidad y acabadamente.
Así lo expresó a Nuevo Diario el ingeniero Gustavo Díaz, técnico contratado por la FAO que trabaja con el Prodar en la provincia.
En una entrevista con este medio, Díaz dijo ser consciente de que “el sistema de riego del Dulce no será abordado en su totalidad, porque no es posible ni financieramente ni por los recursos humanos”.
Caso piloto
Al respecto, explicó el ingeniero Díaz, se tomará un caso piloto, que no es necesariamente menor en su tamaño, porque el sistema de riego del Dulce tiene 10 venas hidráulicas; se tomará al menos una importante, y se concentrarán los esfuerzos en modernizarla, y poner recursos financieros y humanos para hacer una transformación que puede servir como contagio para el resto.
En la actualidad, indicó Díaz, se trabaja en la etapa de puesta en marcha, realizando diagnósticos acabados en lo referido a la infraestructura y gestión, con miras a su modernización.
Informó además que días pasados tuvieron reuniones con productores, para que puedan insertarse como beneficiarios, y se quiere mantener el contacto con ellos, e incluso se piensa invitarlos para participar de los desarrollos técnicos.
Esto permitirá que determinen la complejidad de la tarea a realizar, los trabajos de investigación, que son procesos y esfuerzos que llevan su tiempo.
Desde la misma génesis y conceptualización del proyecto quieren que sea participativo, y no esperar a que haya un plan dibujado.
“Los proyectos nacen de una idea, luego hay que conceptualizarlos, hacer los estudios básicos, diseños de ingeniería y planes de gestión y luego materializarlos”, indicó.
En la actualidad se trabaja en la mitad de la primera de tres etapas. Ya se hizo la conceptualización, y ahora se hace la radiografía y el diagnóstico de situación del sistema de riego en la provincia.
Luego deben buscarse los recursos
Si acompañan los productores de la zona de riego, se concluyen con los trabajos técnicos, y a su vez, existe una firme decisión política de que tiene méritos y vale la pena acompañar el proyecto, se debe empezar a buscar financiamiento con programas nacionales.
El ingeniero Díaz destacó que existe una férrea voluntad de los actores involucrados en el proyecto, que están trabajando arduamente, y aún resta entusiasmar a parte de los productores, y luego al Poder Legislativo, que tendrá eventualmente que aprobar el financiamiento.
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