Una vez más, en menos de una semana, la lluvia volvió a provocar serios inconvenientes a los habitantes de los barrios periféricos de la capital.
Ayer, pese a que sólo cayeron 28,2 milímetros de agua en casi seis horas, el tránsito vehicular y peatonal, en varios de los conglomerados habitacionales ubicados en la zona sur, se tornó imposible debido a que las calles, la mayoría de tierra, se convirtieron en verdaderos lodazales.
También las calles del centro sufrieron las consecuencias de la precipitación.
Además, la temperatura descendió bruscamente en pocas horas, lo que obligó a que muchos santiagueños salieran a la calle con un abrigo liviano.
Aunque no se registraron evacuados, una familia que vive a la vera de la ruta 9, cerca de El Zanjón, padeció la pérdida de muebles, camas, colchones, ropa y utensilios de cocina, ya que el agua caída inundó la humilde vivienda en la que habitan.
“Hemos perdido todo”, relataba Karina Gramajo a EL LIBERAL, mientras su marido, Miguel Padilla, y su tío, Mario Gramajo, trabajaban afanosamente para sacar con baldes el agua de la vivienda ubicada en el paraje Santa María, departamento Capital.
La preocupación de Karina, además de la pérdida material, pasaba también por la situación de Franco, su hijo discapacitado de 8 años, quien padece problemas de columna, por lo que tiene que usar un aparato ortopédico y realizar un tratamiento de por vida, por lo tanto, no puede estar a la intemperie.
La familia Gramajo se resiste a abandonar el lugar en donde viven, pese a que con cada lluvia se repite el anegamiento, porque, según afirmó Karina, sus antepasados se instalaron ahí hace 125 años para dedicarse a la agricultura.
A pocos kilómetros de la casa de los Gramajo, un frondoso algarrobo se desplomó sobre la ruta nacional Nº 9, cubriendo el follaje, la mitad de la calzada cerca de una curva, poniendo en riesgo a los vehículos que transitaban de sur a norte, los que debían desplazarse hacia la mano contraria.
En Villa Coy
Por otra parte, los que también padecieron las consecuencias de la lluvia de ayer, que comenzó a las 6.40 y finalizó pasado el mediodía, fueron los pobladores de Villa El Coy, en donde las calles de tierra se convirtieron en lagunas y el agua amenazaba ingresar a las casas; mientras el canal Contreras aumentaba su caudal, aunque no llegó al desborde.
Zulema Orellana, que vive en la calle Cuyana sin número, cerca de la avenida Colón, trajinaba con una escoba en un casi inútil esfuerzo de despejar el acceso cubierto de barro en su vivienda.
La misma situación vivían sus vecinos Mirta García y Carlos Barrionuevo, quienes se quejaban porque “todavía no se ha secado la calle después de la última lluvia y ahora volvemos a tener el mismo problema”.
También se tornaron intransitables varias calles de los barrios La Católica y 8 de Abril, especialmente la calle 222, así como en el barrio Borges.
La mínima de ayer fue de 17,8 grados a las 12, mientras que la máxima llegó a 24,2 a las 18. El pronóstico del tiempo para hoy anticipa tiempo fresco, pero no lluvias, y para mañana se espera ascenso de temperatura. La lluvia volvería a producirse este domingo.
INFORME MUNICIPAL
Afirman que no hubo inconvenientes en los desagües de la ciudad
“Afortunadamente, no se registró ningún llamado en relación a filtraciones o derrumbes de techos, lo que no implica que las guardias dejen de trabajar, muy por el contrario continúan recorriendo los barrios en permanente alerta por si las lluvias son más intensas”, explicó Jorge Pikaluk, encargado de Defensa Civil de la Municipalidad de la Capital, en relación con las consecuencias de la lluvia de ayer.
Por su parte, la oficina de prensa municipal comunicó que “ante las inclemencias climáticas en la mañana de ayer, las diversas reparticiones municipales trabajaron desde horas tempranas en aquellos reclamos realizados por los vecinos de la ciudad”.
Por su lado, José Samalea, director de Servicios Urbanos municipal, comentó que durante las primeras horas de la mañana personal de la dirección trabajó en diversas calles de la ciudad debido a la caída de ramas “que afortunadamente no registraron ningún tipo de inconvenientes tanto al vecino como al tránsito vehicular”.
Agregó: “se han controlado todos los desagües de la ciudad a fin de detectar problemas, pero debido a la intensificación de la limpieza de los mismos durante esta semana, el período de evacuación del agua de la ciudad fue mucha mayor que durante el temporal pasado”. |
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