Sobre el final de 2009, el intendente Mario Meoni anunció que tenía en los planes la creación de una nueva tasa municipal para financiar la construcción de dieciocho nuevos pozos de agua en la ciudad, adelanto que no fue bien recibido por varios concejales de la oposición. Sin embargo, una reunión desarrollada la semana pasada entre el secretario de Obras y Servicios Públicos de la Municipalidad y los miembros del Concejo Deliberante parece haber obnubilado a los miembros del bloque justicialista “Tres Banderas”.
Esa fue la impresión que dejó el comentario de Carlos Barbero, integrante de esa fracción política, días después de la entrevista con Agustín Pinedo.
“La tasa no sería muy alta. Tal vez ronde los siete pesos mensuales y durante cuatro años”, dijo Barbero antes de expresar que “nos fuimos muy satisfechos con las explicaciones que nos dio (Pinedo). Se manifestó abierto a cualquier consulta, lo cual me parece auspicioso a mí me que me gustan los consensos, no en las discusiones que no derivan en nada y que hacen que cada uno vote como le parece”.
Con los fondos generados por ese eventual tributo se podría costear el conjunto de excavaciones, junto con doce plantas purificadoras que estarían instaladas al lado de las excavaciones y que mandarían el agua a la red. “La mayor cantidad estaría en la plaza 9 de Julio. Se realizaría por un proceso de ósmosis y la calidad sería similar a la del agua mineral”, completó el concejal valiéndose de las afirmaciones de Pinedo.
La respuesta que emerge de “Tres Banderas” guarda una llamativa contradicción con la reacción exhibida por el Consejo del Partido Justicialista –que tiene entre sus filas a Néstor Vera, el otro miembro del bloque parlamentario-, desde donde se cuestionó con fuerza la nueva convocatoria que el Departamento Ejecutivo pretende hacer al bolsillo de los juninenses.
En un comunicado, el Consejo del PJ salió al cruce de declaraciones emitidas por Agustín Pinedo, quien había expresado que “si la gente quiere agua mineral en la canilla, hay que pagarla”.
“No nos sorprende esta declaración tan despectiva y soberbia de este funcionario municipal que nos tiene acostumbrado a esas actitudes y a las declaraciones inoportunas, desacertadas y falaces; recordemos que no hace mucho culpó al calor por la caída de un bloque de mármol que casi cobra la vida de un niño en la plaza Sarmiento”, señalaron desde el comité que preside Héctor Azil.
A su vez, marcaron que “ante la presión pública y judicial que intima al municipio a proveer agua saludable a sus ciudadanos, luego de años de ignorar la realidad, el ejecutivo plantea un mega plan, a desarrollarse en cuatro años y con una inversión de más de siete millones de pesos”. “Hasta allí todo bien, una respuesta con sensibilidad política y social ante un problema que obligatoriamente (muy a su pesar) debían afrontar y solucionar. Pero un pequeño detalle: para concretarlo se crearía una nueva tasa. Aquí vale que nos hagamos algunas preguntas: ¿Qué tipo de prestación abonamos los contribuyentes con la tasa de “servicios sanitarios”? ¿No se supone que el agua de consumo que nos suministra el municipio debería ser potable? ¿No está incluida en el monto de la tasa una imputación para obras de infraestructura sanitaria?”, se preguntaron.
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