La llegada de Luis Beder Herrera a la Casa de Gobierno en marzo de 2007 marcó un profundo cambio en la relación del Estado riojano con las empresas privatizadas durante la gestión de Ángel Eduardo Maza.
La Casa de las Tejas tomó dos determinaciones: la primera fue impulsar la sanción de una ley de emergencia en los servicios públicos que habilitaba discutir cualquier aspecto de los contratos de concesión y al mismo tiempo, resolvió que el Ente Único de Control de las Privatizadas (EUCOP) avanzará en los controles y sanciones a las empresas.
En un primer momento los funcionarios provinciales apuntaron a la concesionaria del agua, Aguas de La Rioja, y también a la empresa a cargo de la energía eléctrica, EDELaR.
Sin embargo, con el correr de las semanas el problema fue Aguas de La Rioja, a la cual se le cuestionó la falta de inversiones y los constantes reclamos por los problemas en los servicios prestados. La historia con EDELaR caminó por otros caminos, porque el escándalo por el incremento en las tarifas del último mes de 2008 fue el único momento en el cual la empresa fue cuestionada desde el Gobierno.
La conferencia de prensa de esta semana del gobernador Beder Herrera criticando la calidad del servicio y advirtiendo sobre los constantes cortes, pusieron a la empresa en la tapa de todos los medios de comunicación. La llegada de la multa parece confirmaron el malestar oficial.
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