Aunque gran parte de la población no tiene agua durante la mayor parte del día, debido al consumo por las altas temperaturas, el bloque de Alianza aumentó la tarifa del agua potable, en una reunión extraordinaria convocada por el intendente Hugo Kenny. El conflicto en torno a la tarifa comenzó durante la última sesión de 2009, cuando la Cooperativa de Victorica (Cevic) reclamó un aumento del 100 por 100 con el argumento de que el servicio produce déficit.
El bloque justicialista, con los votos de Mónica Vidart y Néstor Alí (Alianza) votó en contra y rechazó el aumento. Esa misma semana, el presidente de Cevic, Omar Vander Mey, declaró que la empresa devolvería la concesión al municipio. Entonces el intendente pidió plazo hasta junio para iniciar el proceso de traspaso, pero la Cevic insistió con el aumento y en un informe semestral demostró que el servicio de agua potable tiene un costo de 90 mil pesos mensuales y un gasto de 60 mil pesos en sueldos y cargas sociales.
El viernes, en una sesión extraordinaria, el bloque de Alianza concedió el aumento, luego de llegar a un acuerdo para realizar el traspaso del servicio en junio.
Aumento.
El aumento alcanzará al cien por ciento en el primer tramo, que incluye el consumo de casi el 70 por ciento de los usuarios. La municipalidad de Victorica tomará el servicio en junio, decisión adoptada luego de convocar y convencer a Vidart y Alí para asistir a la sesión extraordinaria y aprobar el aumento, que incluirá un acuerdo firmado entre las partes para finiquitar el traspaso propuesto por Cevic.
El acuerdo dispone un plazo de 30 días y deberá suscribir los modos y condiciones para el traspaso de los equipos necesarios para prestar el servicio. Luego contarán 180 días para que el servicio sea ofrecido por el municipio de Victorica, si bien la Cevic deberá consultar a sus asociados sobre la decisión de devolver el servicio.
El PJ no.
Durante la sesión, el bloque justicialista sostuvo su posición contraria al aumento porque considera deficiente el servicio que brinda la Cevic. "Seguiremos con la misma posición tomada en diciembre, porque nada ha cambiado y nuestra opinión de entonces es la misma de ahora", sostuvo Luis García.
Los concejales del PJ fueron siempre críticos con la entidad solidaria: reclamaron mejoras en el servicio, reducción de viáticos, evitar gastos innecesarios y considerar la falta de agua potable como una problemática de calidad de vida para la población.