Más de un millar de pozos ilegales continúan "secando" las reservas hídricas del Parque Nacional de Doñana, provocando el descenso de los niveles del acuífero de la comarca y reduciendo en un 90% su aporte de agua a las marismas del parque.
En el Año Internacional de la Biodiversidad y ante la celebración hoy del Día Mundial de los Humedales, WWF ha presentado el informe "Doñana: retos, problemas y oportunidades", en el que analiza tanto los obstáculos como los éxitos ambientales más relevantes que registra este espacio.
Para WWF, la "principal amenaza" que se cierne sobre la zona son las "actividades ilegales que secan Doñana" y, especialmente, "el acuciante problema de los pozos ilegales que están desencando el acuífero".
Según datos de esta ONG, los más de 1.000 pozos ilegales que aún existen "han provocado el descenso alarmante del acuífero y han reducido en un 90% su aporte de agua a las marismas del Parque Nacional".
Otros "obstáculos que ponen en peligro" la supervivencia de este espacio son los vertidos de petróleo en las costas, los proyectos de infraestructuras "de alto impacto ambiental", la ocupación de áreas forestales o la degradación progresiva del estuario del río Guadalquivir.
Entre las medidas para la conservación de Doñana en 2010, WWF considera prioritario que la Junta de Andalucía culmine la reordenación del espacio agrícola o la puesta en marcha de un plan de movilidad sostenible en la comarca.
La organización hace hincapié también en la necesidad de la aprobación de las normas de desarrollo rural para el apoyo y mantenimiento del viñedo tradicional de secano en Doñana y el cumplimiento del acuerdo del Consejo de Participación para convertir Doñana en una "zona libre de eucaliptos".
"Es imprescindible que la Junta de Andalucía cierre de inmediato todos los pozos ilegales que están secando Doñana y que aborde de manera decidida los problemas de la zona. Sólo si la población se implica y asume la necesidad de regular las actividades humanas en el entorno del espacio, podremos evitar que se repita otro caso como el de las Tablas de Daimiel", concluye Eva Hernández, coordinadora del "Proyecto Doñana" de WWF.