Cuando se habla de humedales se contempla distintos ambientes inundables sean naturales o construidos por la mano del hombre, como son los embalses y las represas. Son los riñones del planeta por donde se purifica y se filtran los sedimentos y es fundamental su conservación", explicó a La Prensa Pablo Herrera, Director de Conservación de la Fundación Vida Silvestre Argentina, en el marco de la celebración de mañana del "Día Mundial de los Humedales". Para este año el lema elegido por la Convención de Ramsar sobre los Humedales, a cargo de su preservación mundial, es "Cuidar los humedales, una respuesta al cambio climático".
Considerados como sistemas ecológicos de gran riqueza productiva, los humedales en el mundo se encuentran en un franco estado de degradación, con riesgo a desaparecer, debido a la falta de planificación en el uso del área como también los impactos " negativos que la conversión del terreno, destinado a la actividad productiva o desarrollo urbano, causan sobre esos ambientes naturales y los servicios que brindan a la sociedad.
"La falta de prevención pueden alterar y afectar a estas áreas hasta un nivel que es irreversible. La expansión de actividades como la agricultura, la ganadería, la forestación con exóticas, o el crecimiento de urbanizaciones de barrios privados que no consideran el funcionamiento natural de los ambientes terminan dañando la biodiversidad de los ambientes. Esto afecta también los servicios naturales que esos ecosistemas proveen gratuitamente a la sociedad y que luego para revertir la situación son necesarias inversiones muy costosas", enfatizó Herrera.
A estos factores se le suma los efectos producidos por el cambio climático en el funcionamiento natural de los humedales. "Estas áreas dependen del agua para su funcionamiento. Las alteraciones al clima global traen modificaciones en los regímenes de precipitación y evaporación cambiando los momentos en que hay agua disponible", subrayaron desde el Grupo de trabajo de Recursos Acuáticos, dependiente de la Secretaria de Ambiente y desarrollo Sustentable de la Nación, que tiene a su cargo la conservación de los humedales en el país.
SERVICIOS
Según los economistas, el aporte que brindan estas áreas naturales al desarrollo de actividades económicas como la agricultura, con la retención de nutrientes en las llanuras aluviales; la producción de madera, recursos energéticos y posibilidades de recreación turística, entre otras, llegan a una cifra cercana a los 14 billones de dólares anuales en el mundo. A nivel local, las ganancias provenientes de esparcimientos naturales llegan a cientos de millones de dólares.
"La gran riqueza natural con que cuentan pueden brindar bienes y servicios ambientales a la sociedad. Pero su degradación afecta directa o indirectamente a las comunidades en su vida cotidiana. Un ejemplo es el proyecto en el que estamos trabajando en el norte de Santa Fe y sur del Chaco donde hay un humedal de 3 millones de hectáreas denominado "Bajosumeridionales", explicó Herrera.
Luego agregó que "Años atrás esta área se caracterizaba por estar anegada periódicamente y era considerada como una de las principales zonas productoras de ganadería y cria porque la disponibilidad de agua permitía que hubiera pastizales y forrajes muy valioso que permitía alimentar al ganado".
A comienzos de 1970 se desarrolló una red de canales para drenar los excedentes del agua. Al no contar con una adecuada planificación el humedal fue gravemente afectado hasta llegar al punto de transformarse en un extensa área mayormente desierta.
"Esto ha causado cambios en la disponibilidad del agua ya que lo que toma la gente viene del río o de las napas y estos en muchos casos se alimentan a partir del agua que retienen los humedales. Se afecta el clima local, las actividades productivas que se pueden desarrollar. Por ejemplo durante los últimos dos años han estado con una sequía bastante extensa que generó la perdida de cientos de miles de cabezas de ganado. En parte a causa de que no llovía y también porque los canales extrajeron hasta el agua de las napas, que antes hubieran ayudado a mitigar la situación ambiental", enfatizó Herrera.
ACUERDO Conciente de la importancia de la protección de sus humedales, la Argentina se adhirió en 1991, mediante la ley 23.919, a la"Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional". Firmado en 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, este tratado fomentó el uso racional y conservación de estos ambientes naturales mediante la elaboración de un listado de humedales de importancia inter nacional que entró en vigencia en 1975.
Actualmente la Argentina cuenta con 19 sitios "Ramsar", ocupan una superficie total de 5.321.247, distribuidos en seis grandes regiones de humedales: La Cuenca del Plata, Chaco, Pampa, Patagonia, Puna y la zona costera de la Patagonia.
"El acuerdo permitió dar más importancia a la preservación de los humedales y a mejorar el uso del agua. Pese a casos como el de Santa Fe que el daño comenzó décadas antes de que se firmará el convenio, hoy hay que continuar resaltando su importancia para que lleguen a las próximas generaciones", explicó Herrera.
En tanto desde el Grupo de trabajo de Recursos Acuáticos explicaron que "es preciso que reflexionemos sobre nuestro estilo de vida, ya que el modo en que utilizamos actualmente el agua y la energía, nuestros hábitos alimentarios y otras costumbres no resultan sostenibles, siendo muy directa la relación entre nuestro estilo de vida y los humedales. Estos patrones impactan sobre los ecosistemas de humedales, su biodiversidad y las poblaciones que dependen directamente de ellos". |
|
|