Marcelino Orozco (52) abre la tapa de la pileta y permite que el tanque de la Municipalidad, con una manguera, le descargue 5 mil litros de agua. Luego, con una bomba la subirá hasta el tanque de su vivienda y la aprovechará para beberla e higienizarse. Él vive con su mujer e hijos en una finca de Las Trincheras, en Santa Rosa.
Su esposa, Alicia González (58), recuerda con una sonrisa resignada: "Una vez nos llegó con pintitas de color negro. No sabíamos lo que era pero la tomamos igual; ya nos hemos acostumbrado al gusto del agua", la que les dura 15 días y por la que pagan 22 pesos por cada vez que requieran del camión municipal.
Los casos de agua abastecida por tanques de la comuna, se multiplican por decenas en la dispersa y extensa geografía santarrosina, donde la comuna debe hacerse cargo de la provisión del vital elemento para las familias que aún no disponen agua potable de red.
Cerca de allí, Liliana Simonetti (50), quien tiene su cañería unida a la red, admite que "desde hace tiempo se le siente un gusto raro" y aunque ella está habituada afirma que cuando la visitan sus hijos "van al negocio a comprar agua mineral, porque la de Santa Rosa no les gusta".
Pero el origen del agua podría ser un pozo de agua contaminada por su alto contenido de arsénico e inhabilitado por el EPAS y Obras Sanitarias, ubicado en calle Cadetes Argentinos en Las Catitas, el que quedó fuera de servicio el año pasado ante las protestas vecinales que reclamaban una de mejor calidad. A raíz de ello, la extracción comenzó a hacerse de una perforación (perteneciente a Irrigación) ubicada en calle 9 de Julio, de Las Catitas y de donde se abastece a la población del distrito.
Desde el municipio, el secretario de Gobierno, Alberto Rosas desmintió la inquietud vecinal, afirmando que "el agua para la gente de las fincas la sacamos del mismo pozo que utilizan los vecinos de Las Catitas. Lo que puede haber generado confusión es que el habilitado y el clausurado están a una distancia de 100 metros entre sí". Y abundó: "Ya le estamos pagando el consumo respectivo a Obras Sanitarias, que nos ha instalado un medidor".
Algunos vecinos que viven cerca de donde se encuentra la perforación inhabilitada, en calle Cadetes Argentinos, sospechan y aseguran que "personal municipal echa a andar de noche la bomba "prohibida" para cargar el tanque y llevarlo a la pobre gente que luego la tiene que tomar porque no les queda otra".
Contaminada
El agua de Santa Rosa con su contenido de arsénico fue revelado el año pasado por Claudio Rigoni, funcionario del EPAS, en una reunión realizada en Las Catitas, en febrero. Allí dio a conocer un informe donde se admitía "el aumento en la concentración de arsénico de las viejas perforaciones" que, según informes analíticos de OSM, había superado el valor máximo permitido por el EPAS, que es de 0,05 mg de arsénico por litro.
Y se recomendaba a Obras Sanitarias buscar "alternativas subterráneas, superficiales o de tratamiento". Tras ello llegó la emergencia hídrica en agua potable para consumo humano, que fue declarada por el Concejo Deliberante, y después, en diciembre, una ordenanza para dotar de agua potable a la población en tanques desde las delegaciones municipales. La comuna aún no aplicó esa ordenanza, dado que adujo no tener fondos para esa inversión.
Ricardo Cobo, edil justicialista, admitió que "los vecinos han presentado notas a Obras Sanitarias y jamás recibimos respuestas. Algunos también me han dicho que esas bombas de la perforación clausurada se están prendiendo de noche. En algún momento voy a ir con un grupo de ellos para hacer una vigilia y confirmar el rumor, pero sospechamos que a la gente del campo le están dando agua contaminada".
El concejal Walter Fredes sostuvo que "el Concejo realizará todas las acciones para apoyar las gestiones tendientes a conseguir el dinero, en la Provincia o en la Nación, para las obras de las plantas potabilizadoras en todos los distritos".
Esta semana se formularía el anuncio en forma conjunta, entre municipio, OSM y EPAS, de la conclusión de los estudios para construir plantas potabilizadora en La Dormida, Las Catitas y en la villa cabecera.
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