El dique de esta localidad, construido en 1875 antes de que se levantaran las primeras casas del pueblo, se desmoronó la madrugada de ayer, aparentemente como consecuencia de la erosión provocada por la creciente del río Carcarañá. Se trata de un ícono de Andino, y su caída fue una muy mala noticia para los pobladores de esta localidad del departamento Iriondo, ubicada a 40 kilómetros al norte de Rosario.
Lo cierto es el dique se destruyó totalmente; por eso, desde ayer a la mañana el paisaje del lugar cambió totalmente y de ahora en más lo que era uno atractivo turístico para la localidad quedará sólo en la memoria popular o en los archivos fotográficos.
A poco de recorrer el lugar, el presidente comunal Juan Carlos Palotti sostuvo: "Estamos muy apenados por lo que pasó, es increíble llegar al lugar y no ver el dique". Y lamentó: "Este año, para el centenario del pueblo, queríamos hacer una pasarela para que toda la gente pudiera disfrutar del lugar".
Por otra parte Palotti recordó que hace poco la construcción había sido inspeccionada y se calculaba que tenía unos cincuenta años de vida útil. "Menos mal que esto pasó en la madrugada y un día de semana, no me quiero imaginar qué podía haber pasado si había gente pescando en la costa cuando se lanzaba esa masa de agua".
Una historia desconocida. El dique de Andino fue uno de los primeros que se construyeron en el país, y tenía como objetivo elevar el nivel de las aguas para evitar el constante robo de ganado efectuado por cuatreros que asolaban la zona.
En un asentamiento jesuítico, que luego pasó a manos de los franciscanos antes de que se trasladaran a San Lorenzo, se construyó la estancia de la familia Diez de Andino.
En 1875 Juan José Diez de Andino hizo construir la represa que llamó la atención de los hermanos Olivetti, quienes poseían un taller de máquinas a vapor sobre la otra margen del Carcarañá, en la localidad de Aldao.
Fueron precisamente los Olivetti quienes propusieron al estanciero aprovechar la represa para producir energía eléctrica, que fue destinada para alimentar las máquinas de la primera fábrica de papel de Argentina, y a partir de esta actividad industrial comenzaron a instalarse las primeras viviendas que dieron origen al pueblo.
El dique tenía también sus detractores: otras localidades se quejaban porque la construcción impedía el paso de los peces aguas arriba. También allí estaba previsto levantar una usina hidroeléctrica, proyecto que quedó trunco. La naturaleza se hizo cargo de saldar toda controversia.
Un proyecto truncado
Hace un par de años la Cooperativa Eléctrica de Armstrong comenzó a realizar los estudios de factibilidad para la construcción de una central hidroeléctrica sobre el río Carcarañá.
En ese momento, la cooperativa tenía a su cargo tanto el estudio de factibilidad de cuántas represas serían necesarias sobre el río Carcarañá, como así también el impacto ambiental que producirían las obras.
El estudio se enmarcaba en un convenio firmado entre la provincia de Santa Fe y la Secretaría de Energía de la Nación; sin embargo, este relevamiento nunca terminó de realizarse.
Lo cierto es que ahora terminó siendo la propia naturaleza la que terminó con toda especulación respecto de esta obra más que centenaria, que en algún momento se pensó en declarar patrimonio histórico provincial.
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