La crecida del Paraná y de los riachos y arroyos de la zona de islas arrasó con los cuestionados cultivos de soja y con los terraplenes de siete metros de la isla entrerriana Irupé construidos por el consorcio chileno-holandés Berna Agri. El agua desbordó algunos terraplenes y el área de cultivos quedó sumergida dentro de una "olla" de casi 10.000 hectáreas.
Representantes del Puerto de Fiscalización viajaron hasta esta isla _que para los santafesinos, está a la altura de la ciudad de Villa Constitución_ para comprobar la situación en esa zona y el estado de ese terraplén que generó duros pronunciamientos de entidades ecologistas y por cuya construcción hasta se abrió una causa judicial.
Gustavo Spadillero, titular de la repartición provincial entrerriana, que recorrió la zona recordó al portal de noticias Paralelo 32 que los empresarios invirtieron una cifra millonaria para construir un terraplén de 7 metros que rodeó totalmente las 10.000 hectáreas de cultivo, pero que pese a las obras "el agua se coló por tres puntos y la cosecha se perdió".
Ignorancia. La isla Irupé está surcada por los arroyos San Lorenzo Viejo, El Colgado e Irupé y según se estableció, la empresa tapió las salidas de esos cauces, los que quedaron "endicados" para que ante una creciente el río no ingresara por ellos, pero ignorando el comportamiento imprevisible de los mismos ante las grandes lluvias. Tras la caída de 130 milímetros de lluvia en un sólo día estos cauces se desbordaron y derrumbaron el terraplén en varios tramos "desde adentro hacia afuera".
Por el sobrevuelo y el relato de Spadillero, un cálculo empírico permite afirmar que sólo un 5 por ciento de todo el lote se libró del anegamiento.
También se pudo apreciar que el agua no perdonó siquiera a parte de la maquinaria agrícola que permanece en el sitio y que además se llevó todos los cultivos. Spadillero consideró también que desde el punto de vista de la empresa, "seguramente esas hectáreas son irrecuperables. La recomposición del suelo vegetal insumiría 2 ó 3 años y deberían reconstruir el terraplén".
Antecedentes. En febrero del año pasado, organizaciones ecologistas denunciaron que una empresa estaba levantando terraplenes en la isla Irupé,
En la ocasión, agentes policiales de la zona consultaron a la Subsecretaría de Producción Agrícola provincial si existía alguna autorización pertinente y al constatar que la empresa no contaba con el permiso elevaron un informe
La Dirección de Recursos Naturales envió técnicos a constatar los hechos, se labró un acta y se intimó a las empresas a paralizar las obras. En el lugar se comprobó la siembra de trigo, sorgo y soja, la presencia de maquinaria rural y una retroexcavadora, cuando el municipio victoriense cuenta con normativas que expresamente impiden la siembra en los terrenos inundables en el delta de departamento.
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