Casi el 80% de los glaciares de Sudamérica se encuentra en Chile, y el 90% de ellos está en proceso de retirada debido a diversos factores, siendo el más preocupante el aumento de la temperatura derivado del cambio climático.
Justamente, para conocer la realidad actual del fenómeno, la Dirección General de Aguas le encargó al Centro de Estudios Científicos de Valdivia (CECS) elaborar un plan para mejorar el conocimiento de los glaciares chilenos. El glaciólogo Andrés Rivera presentó detalles de la iniciativa durante el Congreso Internacional Glaciológico que concluye hoy en Valdivia.
El CECS expuso lo que ya se sabe del tema (un catastro que abarca más de 3.700 glaciares), además de proponer una estrategia a mediano plazo. "Hay que colectar datos para mejorar y completar esa línea de base de forma precisa, realista, sin elocubraciones, sin visiones apocalípticas, sino yendo a los datos más duros, más concretos", dice el científico.

Estudio de millones
Para hacerlo, dice, se requiere como mínimo de una inversión de 52,5 millones de dólares en los próximos 10 años, tanto para investigación en terreno como para la formación de investigadores y políticas de uso sustentable. "No somos los llamados a conseguir los fondos. Es una propuesta a la Dirección General de Aguas. Ellos la tienen que evaluar y ver su implementación". Un plan que los expertos creen que será acogido, aunque la última palabra la tendrá el próximo gobierno.
Es que el tema es estratégico, y Rivera reconoce que existe mucha especulación sobre él, especialmente sobre las proyecciones a futuro, y la única forma de reducirla es mejorando el conocimiento de lo que está pasando hoy. "Si no entendemos las sequías o aluviones actuales, menos vamos a saber lo que pasará en 20 años más". Enfatiza que el retroceso de los glaciares ya está afectando los recursos hídricos disponibles, y fenómenos como el vaciamiento de lagos producen crecidas que pueden afectar obras públicas y a la población.

De lo general al detalle
El proyecto implica el estudio de todos los glaciares del país en general y el detalle de cinco.
El glaciar Universidad, en la cuenca del Tinguiririca (VI Región), es el primero considerado para estudiar. Según Rivera, lo eligieron porque es uno de los más grandes de Chile Central pero no se le han hecho estudios en 60 años. "Queremos saber cómo está reaccionando al clima, cuánta agua está contribuyendo al río y cómo está moviéndose; si hay cambios en su dinámica. Sabemos que desde la década del 50 hasta ahora ha retrocedido un km y que está experimentando adelgazamiento de casi un metro por año en la última década.
Otros candidatos a estudios en profundidad son el glaciar del volcán Mocho-Choshuenco (monitoreado desde 2009) y el Pichillancahue, del volcán Villarrica, en la zona sur. En la Patagonia menciona al Neff, Pío XI y Jorge Montt.
Aunque las fuentes de financiamiento para el proyecto están en el Estado, sugiere que también podrían contribuir empresas privadas. "Por un tema de responsabilidad ambiental, debieran colaborar en el financiamiento de una iniciativa como ésta".
El también glaciólogo Gino Casassa concuerda. Asegura que el gran desafío es compatibilizar las necesidades de desarrollo con los retos del cambio climático.
Queda mucho por estudiar y hacer, y muy poco tiempo. De hecho, en el seminario se han discutido ideas como la del geólogo Cedomir Marangunic de crear glaciares como reemplazo de los desaparecidos. Casassa estima que es una solución sólo a pequeña escala. Lo que realmente se necesita, explica, es decisión política para proteger los ya existentes.
"Aquí hay un tema de responsabilidad social de numerosas actividades productivas que hacen un uso intensivo de recursos hídricos y que en forma directa o indirecta pueden tener un impacto directo o indirecto sobre los glaciares del país".

ANDRÉS RIVERA
Glaciólogo del Centro de Estudios Científicos