Antes de irse de vacaciones, el gobernador Celso Jaque había pedido a los responsables de la intervención de Obras Sanitarias un informe detallado de lo actuado hasta ahora y de las necesidades prioritarias de la empresa. Además, dejó expresas instrucciones a su gabinete de que ningún ministro estuviera ausente el día en que se presentara el estado de situación de la empresa.
Sus órdenes, finalmente, se cumplieron ayer pero sólo en parte. El responsable de la intervención -Gonzalo Dávila- el titular del EPAS -Javier Montoro- y varios funcionarios más explicaron, durante tres horas, las necesidades, inversiones, gastos y proyecciones del agua de Mendoza. Sin embargo, el auditorio fue bastante más chico de lo que se había pensado y, de todo el gabinete, se redujo al vicegobernador, Cristian Racconto.
Además, el encuentro se iba a concretar el lunes en Casa de Gobierno pero se realizó el miércoles en la sede de la empresa. Aunque la idea era que todos los ministros -incluso quienes manejan áreas sensibles como Salud y Desarrollo Humano- conocieran en profundidad la situación de la empresa, ni siquiera el titular de Infraestructura -Francisco Pérez- acudió a la cita.
La excusa fue que estaba "descompuesto" y el Vicegobernador aclaró que había tenido que ir al hospital. Más allá de la certeza o no sobre la enfermedad de uno de los ministros de confianza de Jaque, lo cierto es que hubo cierto malestar en la Casa de Gobierno porque Racconto no fue al encuentro que, originalmente, estaba previsto para el lunes. Ese día, Racconto suspendió la reunión después de protestar por no haber sido invitado.
Además, el cónclave se realizó en base a la agenda del Vice -que ayer regresó de Buenos Aires- y se trasladó a la sede de Obras Sanitarias en lugar de quedarse en la calle Peltier.
"Pérez está en el hospital y el resto está recorriendo las zonas del Este para evaluar los daños de la tormenta de ayer (por el martes a la tarde)", justificó el Vicegobernador quien, antes de ingresar a la sala de reuniones y, fiel a su estilo, saludó a los empleados.
En tanto, Dávila agradeció la presencia de Racconto en la empresa mientras que Montoro recordó que la reunión se había realizado en base al pedido de Jaque de brindar información sobre los resultados de la intervención.
Al salir de la reunión, Racconto se sumó a la visita del gabinete provincial a las zonas afectadas por la tormenta granicera en Rivadavia.
$ 30 millones para funcionar
Este año, OSM necesitará 30 millones de pesos para funcionar. "Es decir, para realizar un mantenimiento preventivo y cotidiano", advirtió el interventor. Agregó que -en total- se necesita de una inversión a largo plazo de entre $ 500 y $ 600 millones para construir infraestructura y poder afrontar la gran y creciente demanda de agua.
"En este sentido, hay que separar la atención del servicio en lo inmediato y las obras que deben construirse de acá a cuatro años", resumió Dávila. Los desafíos no son menores para quien le toque suministrar el agua de Mendoza ya que hay que realizar mejoras tanto en la producción de agua potable como en la capacidad de conducción. Aunque se ha avanzado, los establecimientos de líquidos cloacales son otro punto a reforzar.
Todavía falta para conocer la información técnica que brindará la Universidad de Cuyo. Sin embargo, desde el Gobierno siguen sosteniendo una desinversión histórica de más del 80%.
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