El Ministerio de Salud Pública recomienda tener cuidado con las aguas de las piletas porque producen numerosas enfermedades infecciosas, sobre todo en los niños. En tal sentido indica que el agua es un importante transmisor de cuadros infecciones y los más comunes son los problemas de la piel (micosis), de oído (otitis), de ojos (conjuntivitis) y diarreas (gastroenteristis).
La Dirección General de Salud Ambiental (Digesa) advierte a la población que las aguas destinadas al uso recreacional en piscinas, playas y balnearios deben reunir condiciones mínimas de salubridad para prevenir las enfermedades y para el efecto debe contar con tratamientos microbiológicos y fisicoquímicos que no involucren riesgos para la salud de las personas expuestas.
“La contaminación de las aguas de recreo, por lo general, pueden deberse a la aparición de orina y restos fecales humanos o de animales que contienen microorganismos patogénicos. Estos microorganismos ingresan en el cuerpo a través de la piel, las mucosas y el aparato digestivo, produciendo diferentes afecciones, entre las más comunes se encuentran las infecciones de piel (micosis), de oído (otitis), de ojos (conjuntivitis) y las diarreas (gastroenteritis)”, precisa el informe de Digesa.
Agrega que cuando se produce una infección en la piel es porque penetran los hongos dermatófitos, que son causantes de enfermedades como el pie de atleta. |
|
|