El escenario de la creciente del río Paraná continúa complicándose y los expertos advierten sobre las graves consecuencias que tendrán las permanentes lluvias en todo el contienente y el aumento del caudal de otros ríos de la región. Como ya se venía adelantando, el trimestre que va desde febrero hasta abril será el más complicado y desde el Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Provincia comparan el actual fenómeno con el de 1983.
La zona costera de Co-rrientes también se verá afectada por el crecimiento del río Paraguay y los pronósticos meteorológicos anuncian constantes lluvias que mantendrían las aguas altas por el resto del verano y los comienzos del otoño. El río se mantiene alto desde octubre y noviembre del 2009 y no deja de crecer.
“El aporte del río Paraguay al tramo argentino del río Paraná se encuentra actualmente en el valor normal y se espera que en este trimestre aumente”, señalaron expertos del Instituto Nacional Agua (INA). También agregaron que durante los meses de febrero, marzo y abril se espera que “las lluvias sobre toda la cuenca vuelvan a ser significativas, mayores a lo normal”.
Además, los especialistas del INA agregaron que “las condiciones de la alta cuenca del río en Brasil se caracterizan, desde el mes de noviembre, por suelos saturados y embalses en niveles altos, con escasa capacidad de retención”. El estudio indica que el caudal del río fue au-mentando en enero tanto en la confluencia del Paraná con el Iguazú como en Yacy-retá, donde la descarga fue aumentando.
En el encuentro con el Iguazú, se mostró una tendencia ascendente en la segunda quincena del mes, al-canzando los 27.500 metros cúbicos el 1 de febrero y oscilando por encima de los 26 mil metros cúbicos por se-gundo. En Yacyretá, la descarga pasó de 25.500 metros cúbicos por segundo a 28.700 metros cúbicos por segundo.
Esta tendencia creciente se está propagando gradualmente en todo el tramo ar-gentino del río Paraná, sosteniendo los niveles altos por encima de los niveles de alerta en todos los puertos de la provincia.
En la ciudad de Corrientes, el 2 de febrero el nivel del río estuvo en 6,72 metros, siendo el nivel de alerta de 6,50 metros y el nivel de evacuación 7 metros. El máximo histórico se registró en 1983, con 9,04 metros, y el pronóstico de los expertos es que para el 12 de febrero el río alcanzará los 6,84 metros.
Mientras tanto, en Goya el 2 de febrero se registró una marca de 5,83 metros, siendo el nivel de alerta de 5,20 metros y el nivel de evacuación 5,70 metros.
El máximo histórico en la segunda ciudad de la provincia se registró en 1992, con 7,20 metros y el pronóstico para el 12 de febrero es de 5,94 metros.
Otro de los aspectos negativos para el panorama hídrico de la provincia son las constantes lluvias que se registran en Brasil. Esta circunstancia es notoria en el embalse de Itaipú, que se mantiene alto desde octubre.
Además, los expertos del INA prevén precipitaciones “de normales a superiores a lo normal, con alta variabilidad espacial, en el Litoral argentino, República Oriental del Uruguay, Este del Paraguay y Sur de Brasil”. Como el verano es la estación de mayores precipitaciones sobre las cuencas del Paraná y Paraguay en Brasil, se podrían generar nuevas ondas de crecidas que se propagarían sobre el río en territorio argentino, agravando la situación actual.
El informe también resalta que los puertos sobre el río Paraná se encuentran actualmente por encima de los niveles de alerta y aproximándose a los niveles de evacuación.
A este problema se suma la persistencia de posibles lluvias dentro del patrón normal en el Noroeste argentino, Sur de Bolivia y Oeste del Paraguay.
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