La renegociación del contrato de concesión para el dragado y balizamiento del río Paraná acordada por el gobierno nacional y la empresa Hidrovía S.A. beneficiará a la cadena granaria porque reducirá los costos del transporte, al permitir que los barcos puedan salir más cargados desde los puertos. El ahorro en fletes es muy importante para la competitividad de la economía nacional, porque los alimentos que Argentina exporta tienen como principales destinos a mercados mundiales muy distantes, como los de Asia y Europa.
Así lo sostuvieron los especialistas de la Bolsa de Comercio de Rosario, en un extenso informe difundido recientemente.
En rigor, el gobierno firmó con Hidrovía SA (un joint venture entre la belga Jan de Nul y la argentina Emepa) la renegociación del contrato firmado en 1995 (y modificado en 1997) que fue alterado por la brusca devaluación de 2002 y algunos incumplimientos que arrastraba el Estado, que dejó de pagarle a la compañía un subsidio por 40 millones de dólares que subsidiaba la tarifa que pagaban los usuarios.
Hasta la fecha, el contrato sólo había recibido ajustes parciales, como en 2003, cuando se subió de U$ 1,13 a U$ 1,65 la tonelada de registro neto (TRN), y en 2006 cuando se llevó la profundidad de 32 a 34 pies desde Puerto San Martín al mar, que subió el peaje a U$ 2,25. Esas subas no compensaron la pérdida por el subsidio no pagado. Por eso, y "para compensar la desarticulación de la ecuación económica financiera", como dice el decreto publicado en el Boletín Oficial, se acordó extender por 8 años más (hasta 2021) el contrato, sin suba de peaje.
El beneficio más importante para la cadena granaria es que el nuevo marco legal abre la puerta a un aumento de la profundidad del dragado desde puerto Santa Fe a Puerto San Martín de 25 a 28 pies y desde Puerto San Martín al mar de 34 a 36 pies.
Según el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, una de las entidades empresarias que más impulsa el desarrollo de la hidrovía, llevar el dragado a 36 pies significará un ahorro de U$ 131.258 por buque.
La Bolsa recuerda que antes del dragado concesionado (había 26 pies desde San Martín) los buques cargaban 30.000 toneladas y tenían que completar entre 15 y 20 mil toneladas en Brasil. Cuando, primero, se llevó el dragado a 32 pies, los buques salieron con hasta 42 mil toneladas, ahorrando U$ 93.217 por barco, sobre todo porque hubo que cargar menos en Brasil. Al concretarse en 2006 los 34 pies, se pudo llegar a las 45.600 toneladas, ahorrando U$ 113.688. Y cuando se drague a 36 pies, los barcos podrán cargar 49.200 toneladas.
De esta forma, la ecuación financiera les cierra a los usuarios (armadores, logísticas, puertos), que además están satisfechos con la calidad del servicio.
"El dragado produjo un beneficio indiscutible a la producción agrícola, ya que la mayor profundización permitió que en la zona del Gran Rosario se instale el principal polo de procesamiento de soja del mundo y un moderno complejo portuario, por donde se exporta el 80% de la producción granaria argentina", resaltó la Bolsa.
La entidad precisó, entre otras tantas cifras, que el costo del flete de la tonelada de soja por kilómetro, en camión, es de U$ 0,9; mientras que por ferrocarril baja a U$ 0,4, mientras que en barcaza es de U$ 0,15. Además, un tren de barcazas puede trasladar entre 24.000 y 30.000 toneladas. Si eso se hiciera por tierra equivaldría a utilizar 1.000 camiones.
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