Los vecinos del barrio Obrero pidieron a la Municipalidad que se encaren acciones para terminar con los problemas que genera la presencia de agua servida sobre la calle Salta.
Si bien el pestilente líquido que sale de las zanjas y llega al pavimento se extiende varias cuadras, uno de los sectores considerados más críticos está a la altura de la Echegaray.
Los pobladores dijeron estar cansados de los reclamos para terminar con la problemática pero pese a los pedidos, el problema no parece encontrar solución.
En la zona las cunetas a cielo abierto están a escasa distancia del pavimento y los desechos cloacales caen sobre la calle y desaparecen con el tiempo solamente por evaporación.
Los vecinos agregaron que además de la pérdida de aguas cloacales, se suma la falta de limpieza de las calles, lo que incluso causa algunos problemas de tránsito porque las motos y los ciclistas no quieren transitar cerca del cordón y al desviar el agua servida se cruzan al carril utilizado por los automovilistas.
También mostraron su preocupación, al señalar que es muy peligroso porque es agua servida que se acumula y en el barrio hay muchos niños que no pueden salir a jugar.
Agregaron que cuando el agua y el barro se secan, el intenso tránsito hace que el polvillo vuele y sea inhalado por niños y adultos. “Esto es un foco infeccioso y en estas jornadas de intenso calor el olor es insoportable”, comentaron.
Otro de los reclamos de los vecinos es el inconveniente que provoca la falta de entubamiento de unos 300 metros de desagüe sobre la calle Antártida Argentina y Salta, sector donde hace escasas semanas se inauguró un semáforo. |
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