La comunidad de Villa Ventana se esperanzó cuando, esta semana, vio caer entre 50 y 70 milímetros de lluvia en el ejido urbano y las sierras circundantes. El fin de semana pasado, varios vecinos habían denunciado que no habían recibido una sola gota de líquido de la red en dos días, por lo que la lluvia fue recibida como una verdadera bendición, ya que permitiría mejorar el abastecimiento.
Y si bien la población ganó un poco de tranquilidad porque mejoró el nivel de las aguas en inmediaciones de la denominada Toma de los Ingleses --de donde la villa capta gran parte del líquido que consume--, con el correr de las horas se observó que la copiosidad del fenómeno climático y las corrientes que se formaron en calles y campos provocó que el agua adquiriera una llamativa turbiedad.
"Cuando comenzó a llegar agua turbia de las sierras, debimos realizar ajustes de emergencia en la planta filtradora para disminuir el impacto en la distribución final. La situación está casi normalizada", confió ayer el secretario de Obras Públicas de Tornquist, Adrián Montoya.
"Mientras tanto, la delegación municipal y el personal de Aguas Corrientes, en forma mancomunada, continúan monitoreando el servicio, y entregando agua potable en camiones a aquellos domicilios con problemas puntuales de abastecimiento. Incluso los inspectores están trabajando para detectar si la turbiedad ha afectado a los tanques de reserva domiciliarios", dijo.
Antes de las últimas lluvias, la problemática escasez de agua en la villa serrana había llegado a su punto más crítico del verano, lo que provocó que familias enteras se vean impedidas de utilizar el servicio.
Debido a que las cisternas demoraban en llenarse, el municipio se vio obligado, paulatinamente, a extender los horarios en que no se inyectaba agua a la red. En un momento, las llaves de paso sólo se abrían de 9 a 11.30 de cada jornada, según reconoció el propio Montoya.
El propio funcionario reconoció que el problema se agravaba en los domicilios de la parte alta de la villa, quienes --confió-- "padecieron cortes de agua por más de un día".
Con la intención de paliar el déficit en el corto plazo, dijo que se sigue distribuyendo agua potable a la gente que concurre con recipientes o bidones.
Medidas
Según el subsecretario de Obras y Servicios Públicos, "una vez obtenidos los valores de los ensayos de calidad que se están haciendo, se pondrán en marcha antiguos pozos que alivianarán la falta de agua en el sector superior de la villa".
"Se pondrá en marcha el pozo del Pinar para que, con la asistencia de un grupo electrógeno, pueda abastecer los camiones cisternas, permitiendo así reducir la distancia de transporte y el tiempo de asistencia" explicó.
El funcionario reconoció que "todas estas medidas son sólo paliativos tendientes a poder brindar desde el municipio los mínimos recursos en este grave padecimiento que los vecinos deben soportar".
"Por otra parte, con los estudios de la Universidad Nacional del Sur concluidos, ha comenzado el diseño de un acueducto desde el Pinar y dos cisternas de 1.000.000 de litros cada una", dijo Montoya.
En dicho proyecto intervienen una consultora privada designada por el SPAR (Servicio Provincial de Agua Potable y Saneamiento Rural), personal técnico del mencionado Organismo Provincial, profesionales de la Universidad Nacional de Sur, de la Autoridad del Agua y la Secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad de Tornquist, según se informó.
El funcionario local manifestó que "la salida de este tipo de situaciones es a través de un trabajo en equipo entre todas las partes intervinientes, actuar con un alto grado de responsabilidad, profesionalismo y esmero, fijarse metas a corto y mediano plazo y establecer un intenso sistema de control sobre las metas propuestas", concluyó.
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