Uruguay continúa interesado en potenciar Salto Grande en 300 MW y construir una esclusa que permita la navegación aguas arriba de la represa de manera de poder dar salida fluvial a toda la producción uruguaya, pero también a la argentina y la del sur de Brasil conformando una hidrovía paralela a la del Paraná lo que permitiría institucionalizar la del río Uruguay. Todo depende de la voluntad política del gobierno argentino.
Nuestro país tiene una serie de proyectos de infraestructura de carácter regional que potenciarían enormemente los objetivos del país de posicionarse como un centro logístico regional. Pero están pendientes.
Trascendiendo escollos
Quienes piensan que el corte carretero que realiza el piquete de entrerrianos en Gualeguaychú, es el centro de las negociaciones entre Uruguay y Argentina, está equivocado.
Sin desconocer el daño que la acción delictiva provoca para nuestra economía, hay proyectos de mucho mayor envergadura y trascendencia que son los que llevan al futuro gobierno uruguayo a buscar mejorar las relaciones de manera de poder negociar un conjunto de proyectos que beneficiarían a los dos países tanto como a toda la región sur del continente.
El dragado del canal Martín García (para el que se necesita el aval y participación argentina) facilitaría la entrada de buques de ultramar a Nueva Palmira, pero también sería una vía muy interesante tanto de salida como de entrada para los grandes buques oceánicos que llegan a Rosario, como una alternativa al Canal Mitre, argentino, y salen cargando la producción de casi toda la hidrovía Paraná-Paraguay.
La interconexión eléctrica de 500 MW que Uruguay y Brasil acordaron, está pendiente de la aprobación argentina para conceder el dinero a nuestro país. Esta obra si bien nos beneficia directamente a nosotros, consolidaría la interconexión regional conformando un eje Brasil-Uruguay-Argentina de intercambio de energía eléctrica fortaleciendo la integración regional.
Existen otros problemas de navegación que necesitan del aval argentino de manera de poder hacer rentable la navegación de buques de bandera uruguaya en el Paraná. A ello se suma el dragado del Uruguay a la altura de Paysandú con lo que se beneficiarían tanto los puertos uruguayos como el puerto argentino de Concepción de Uruguay.
Pero además, el presidente de la Comisión Administradora de Salto Grande por Uruguay, ingeniero Enrique Topolansky confirmó a LA REPUBLICA que en el entorno de Paysandú y Salto existen dos proyectos desde 2004 para potenciar la hidrovía del río Uruguay así como para instalar más turbinas con una potencia instalada de 300 MW.
En las gateras
Claro está que hoy por hoy, de este tema todavía no se puede hablar, se debe esperar que amaine la correntada.
El proyecto realizado por una empresa europea y que fuera financiado por la propia Unión Europea continúa archivado, pero de concretarse sería un verdadero espaldarazo para toda la región, ya que contempla "realizar una esclusa junto a la represa de Salto Grande y adosarle un canal de manera que se permita un pasaje normal de barcazas por el río Uruguay lo cual facilita transportar la producción del Norte uruguayo (por ejemplo la de ALUR y cereales), de las provincias de Entre Ríos y Corrientes (con su gran producción granelera) y por el lado brasilero podría constituir la gran salida de la producción de Río Grande del Sur (granos, minerales, etc", sostuvo Topolansky.
El proyecto se completa con la construcción de un dique, aguas arriba de Paysandú, "se trata de un dique compensador para los navegantes ya que existen unos rápidos en el río que impiden la navegabilidad. Esto se podría completar con un aumento de la potencia generada por el río Uruguay, instalando turbinas con una potencia de 300 MW aprovechando el nuevo dique", explicó el presidente de la Comisión uruguaya.
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