En el noroeste provincial, los reclamos del campo contra las políticas agropecuarias del Gobierno nacional pasaron a un segundo plano. Las fuertes lluvias caídas en los últimos días reavivaron la preocupación por las inundaciones. Tras la reunión del martes en Junín de los representantes de las sociedades rurales, otras voces se sumaron al pedido de reactivación de las obras en el río Salado que, según denunciaron, están paralizadas hace más de dos años.
Dirigentes de Junín, General Villegas, Ameghino, General Pinto, General Arenales, Vedia, General Viamonte volvieron a exigir la reactivación de las obras del denominado Plan Maestro del río Salado, que contempla trabajos entre el partido de Castelli (en la Bahía de Samborombón) hasta General Villegas, en el extremo noroeste de la provincia, y sus ramificaciones hacia la zona oeste de la Provincia.
Pese a que el intendente de Junín, Mario Meoni, inició gestiones para convocar a un encuentro con el Comité de Cuenca, los ruralistas volvieron a expresar su preocupación por el avance de las aguas y el peligro latente de que sus campo se inunden nuevamente.
Esas mismas inquietudes serán planteadas el jueves 11, cuando los jefes comunales se reúnan con funcionarios de la Dirección provincial de Hidráulica y la Autoridad del Agua. Los intendentes pretenden retomar las gestiones ante Nación para destrabar los fondos necesarios que vuelvan a poner en marcha las obras del Salado que incluyen dragado, canalización y obras de regulación hídrica.
El río Salado abarca una cuenca de 17 millones de hectáreas, de donde proviene casi el 30 por ciento de la producción agropecuaria del país.
Los trabajos hidráulicos se financian con parte Fondo Hídrico que percibe el Gobierno nacional por la venta de naftas y GNC.
El reclamo rural también será planteado hoy al ministro de Asuntos Agrarios bonaerense, Ariel Franetovich, cuando se reúna con productores en Chivilcoy, según adelantó el titular de la Asociación Rural de Chivilcoy, Martín Fernández Cagnone.
Las inundaciones producidas a fines del año pasado en San Antonio de Areco ya habían puesto en alerta a los productores de la región, situación que se agravó en las últimas horas luego de que en algunos sitios de la región cayeran más de 200 milímetros de agua anegando en parte algunos campos linderos al Salado.
“La situación todavía no es crítica pero estas lluvias recientes han mostrado que este sistema de obras, inconcluso como está, se satura y no está en condiciones de dar respuesta a precipitaciones sostenidas. No sabemos qué puede pasar con el período de lluvias de otoño”, había asegurado a la agencia de noticias DIB Alberto Larrañaga, representante de Carbap en la comisión auditora de las obras en el Salado.
El dirigente señaló que en el partido de Chacabuco ya hay productores que tendrán que empezar a trasladar las vacas porque tienen sus campos, linderos al Salado, anegados en un 70 por ciento.
Obras paradas
La propia ministra de Infraestructura provincial, Cristina Álvarez Rodríguez, admitió en recientes declaraciones periodísticas la parálisis en que se encuentran las obras del Plan Maestro, y señaló que “en febrero o marzo” comenzarían a gestionar ante el Gobierno nacional el financiamiento para iniciar la tercera etapa -de cuatro- del dragado del río, que hoy llega hasta el arroyo Los Poronguitos, en los partidos de General Belgrano, Chascomús y Pila. “Se hizo el dragado de sólo 90 kilómetros en las dos primeras etapas; faltan los tramos que llegan hasta la Laguna el Carpincho, en Junín. La propia Presidenta (Cristina Fernández) anunció en 2008 que se iban a licitar las obras del tercer tramo pero no se hizo, sólo están finalizados los estudios técnicos”, señaló Larrañaga.
En cuanto a las obras de canalización y regulación, los dirigentes rurales denunciaron que las obras llegaron hasta Junín (donde están prácticamente finalizadas) pero restan completarse en los partidos ubicados hacia el noroeste de ese distrito.
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