Napas altas, río crecido. Una de las viviendas tomadas por el agua, en calle Defensa al 8100, barrio Guadalupe Este. Hasta ayer los vecinos de esa zona residencial amenazaban con hacer un piquete para reclamar soluciones inmediatas al problema.
“Estamos al borde del desastre”, decía un vecino de Guadalupe Este -zona residencial- mientras señalaba la vereda de una casa cubierta por el agua. Es que varios frentistas de esa zona residencial se vieron afectados por la crecida del río Paraná, las napas altas y las intensas lluvias que cayeron días atrás, además de factores técnicos que hicieron que el agua no drenara correctamente hacia el reservorio en Playa Norte. “Hasta llegamos a pensar en cortar la calle, ante la desesperación, para que nos den una solución inmediata”, expresó.
Según explicaron, no había sido cerrada una compuerta que se conecta con el reservorio. La bomba extractora allí ubicada desagotaba el agua pero ésta volvía a entrar. El problema, según pudo saberse, fue resuelto este mediodía luego de que buzos tácticos corrigieran el cierre de la compuerta. Pero ya los vecinos tenían el agua en sus casas. A su vez, operarios de la EPE y la Municipalidad local se encontraban trabajando en la reparación de una de las bombas extractoras, que no funcionaba correctamente por un problema en su empaquetadora.
En la recorrida que realizó El Litoral esta mañana, pudo observarse que en varias viviendas el agua llegaba a las veredas. Las cunetas estaban sobresaturadas. “El bombeo de los últimos días fue en vano, porque sacaba el agua pero la compuerta estaba abierta; entonces, no desagotaba nada. Además, el panorama se complicó con las lluvias de los últimos días. Hay una gran cantidad de familias que están afectadas por esta situación”, dijo Lautaro Massa, vecino de la zona residencial.
“Es muy simple: el problema se originó porque faltó previsión de parte de la Municipalidad. Esto se tuvo que haber contemplado hace varios meses, cuando se sabía que venía la crecida del Paraná y las alertas meteorológicas preanunciaban lluvias reiteradas”, afirmó Alejandro Zanardi, otro vecino.
Más problemas
En la zona más baja de Playa Norte, los vecinos que ahí residen en sus ranchos amenazaban con hacer un piquete sobre calle Riobamba -a la altura de la parada de las líneas 4, 8 y 14- para reclamar al gobierno local chapas y tirantes. Se resisten a abandonar esa zona de reservorio. “Queremos que nos den cortes de rancho, y vamos a cortar la calle hasta que escuchen nuestros pedidos”, pedía uno de los residentes.
A su vez, otro conflicto. Como medida preventiva se dispuso el cierre de las instalaciones adonde funciona el dispensario Centro Médico Setúbal, y su traslado a un camión sanitario. El agua afectó las bases de la locación, y la estructura del inmueble corre peligro. El centro médico, adonde se atienden entre 40 y 50 personas por día, funcionará provisoriamente en un móvil sanitario.
Esta situación generó el pedido de una de las integrantes del equipo médico de que se garantice el servicio para los vecinos de esa zona. “Solicitamos que la gente no se quede sin atención médica, porque estamos en una emergencia. Espero que esta medida sea transitoria y que el servicio no sea afectado porque hay mucha gente que lo necesita”, reclamó.
Los ríos, parejos
En las últimas 24 horas el río Paraná subió otros 6 centímetros en el Puerto local, llegando así a los 6 metros. En tanto, el último reporte de este mediodía da cuenta de que el río Salado está un centímetro más arriba: 6,01 metros en Santo Tomé.
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