Inusualmente, el tramo asfaltado de la calle Da Vinci se encuentra a alrededor de un metro sobre el nivel de las veredas, lo que genera un caos en la zona cuando llueve. “Las zanjas no están ni demarcadas ni canalizadas”, contó Graciela, una de las vecinas afectadas, en declaraciones anteriores a este medio.
Esta situación volvió agravarse con las últimas lluvias acaecidas en toda la provincia durante el pasado fin de semana,
De acuerdo a lo que comentaron los vecinos, además de las inundaciones, deben lidiar con la basura que se arroja en el lugar y con el potente barrial que, cuando las condiciones climáticas resultan adversas, los deja prácticamente varados.
“Nosotros venimos presentando notas desde hace un tiempo, pero no hemos obtenido una solución, así que seguiremos luchando”, aseveró Graciela, una vecina del lugar.
Al ser consultada sobre por qué se dan dichas inundaciones, explicó que “la tierra se va juntando, además de que se trata de una calle con mejorado y de la basura que más de una vez tiran los vecinos. Por eso yo creo, que también el tema es un poco cultural”.
“El tema es que ahora estamos en vacaciones, pero cuando empiecen las clases y vengan los días de lluvia y de mucho frío, se va a complicar”, advirtió.
De este modo, añadió que la mayoría de los alumnos no poseen muchos pares de zapatillas y “los que la escuela les otorga, son finos como cascara de cebolla”.
Por este motivo, cuando los chicos llegan a la escuela, lo hacen con los pies mojados y luego se enferman.
“Aquí no tenemos médicos y el hospital materno infantil está sin atención. Entre otras cosas no tiene extensión”, enfatizó.
“Yo creo que nuestra situación es mala, pero se agrava porque somos gente pobre, de trabajo, que no tenemos dinero para pedir un médico particular o abonar a una prepaga”, admitió. |
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