Mediante una audiencia de conciliación realizada en la Corte Suprema de Justicia de la Nación a fines del año pasado, el Gobierno nacional se comprometió a compensar al departamento de San Rafael por los perjuicios que las aguas claras produjeron en ese departamento, como consecuencia de la construcción de los diques Los Nihuiles y Agua del Toro.
Algo similar puede llegar a suceder en los cultivos del oasis Norte, luego de la construcción del dique Potrerillos y la no realización de obras de impermeabilización necesarias en los canales de riego.
El fenómeno de las “aguas claras” era desconocido en la provincia. Los tres oasis principales de Mendoza son irrigados por ríos que, al descender de la montaña y continuar su recorrido por el resto del territorio, arrastran sedimentos que cumplen una doble función: por un lado, producen una impermeabilización natural de los canales de riego y, por el otro, arrastran nutrientes beneficiosos para las tierras productivas.
Sin embargo, con el endicamiento del agua, esos sedimentos quedan en los diques y nace allí el fenómeno de las “aguas claras”, que generan la desaparición de las capas de sedimentos en los cauces de riego, y por ende una mayor filtración.
Estos aspectos provocan, paralelamente, el ascenso de las napas freáticas, la salinización de tierras y la desaparición de cientos de hectáreas productivas. Sucedió en gran parte del sur de la provincia y, según se afirma, ya comienzan a observarse algunos indicios en zonas irrigadas por el río Mendoza, luego de la construcción del dique Potrerillos.
Esos perjuicios económicos generados por las “aguas claras” fueron advertidos por las autoridades municipales de San Rafael y, en su momento, el entonces intendente Vicente Russo exigió un resarcimiento económico a las autoridades nacionales. Al no obtener respuesta, presentó una acción judicial que recién a fin del año anterior, más de una década después, tuvo repercusión favorable en la Corte Suprema de Justicia.
Ahora queda preguntarse si la Nación realmente responderá al plan de obras que presenta la comuna sanrafaelina. No es la primera vez que se hacen anuncios importantes que después no se concretan, como, por ejemplo, la construcción de Portezuelo del Viento, en compensación por la promoción industrial y la devolución de las retenciones a las exportaciones de vinos.
El restante aspecto pasa por una posible acción similar que encararía la Provincia por las “aguas claras” generadas por el dique Potrerillos. Y aquí cabría preguntarse si no sería mucho más beneficioso y más rápido (para no esperar otros diez años) que se exija dinero fresco a la Nación en el plazo inmediato y derivarlo a Irrigación, para que el máximo organismo del agua en la provincia proceda en el corto plazo a la impermeabilización de canales en el oasis norte. Se trata de obras que deben realizarse en forma urgente.
Demorarlas, significará la pérdida irrecuperable de miles de hectáreas actualmente productivas. Una decisión que exige un planteo serio y sin demoras de parte de las autoridades provinciales.
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