Venezuela inició la construcción del sistema de utilización de agua de mar para los procesos de nuevas plantas de amoníaco y urea, el cual minimiza el uso de agua dulce en procesos petroquímicos e industriales.
Se estima que para fines de año esté concluido el proyecto, parte del plan Revolución Petroquímica Socialista que contempla la construcción de las plantas en el Complejo Morón, cuyas unidades operativas serán inauguradas en el 2011.
De las 32 mil 395 toneladas de agua/hora que se extraerán del mar, mil 200 toneladas serán desalinizadas al vacío para ser utilizadas en la generación de vapor de las plantas y también en el enfriamiento de los intercambiadores de calor.
El resto de agua, 31 mil 195 toneladas/hora, regresará al mar con concentración mayor de sal y temperatura igual o menor a dos grados centígrados sobre la del agua marina, para no causar ninguna distorsión al ecosistema.
Una tubería en el subsuelo marino impedirá la alteración de las corrientes, según informe de Petroquímica de Venezuela (PEQUIVEN) sobre el sistema diseñado por la empresa Toyo Engineering Corporation de Japón y construido por empresas venezolanas.
La tecnología permite ahorro de agua dulce ecuando el país atraviesa una crisis por la larga sequía provocada por el fenómeno climatológico El Niño, que obligó a decretar ya una emergencia eléctrica en el país que produce 70 por ciento de la energía con hidroeléctricas
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