La licitación de la central hidroeléctrica de Chihuidos, en Neuquén, desató una fuerte disputa entre las principales empresas constructoras y de ingeniería que pugnan por quedarse con la obra que demandará una inversión de US$ 1.500 millones.
A fines de 2009 el gobierno provincial precalificó en primer lugar al grupo integrado por la cordobesa Electroingeniería, CPC (la constructora de Cristóbal López), Hidrocuyo, Robella Carranza y la brasileña OAS.
Según las autoridades neuquinas, el orden de mérito arrojó que la propuesta más conveniente fue la de Electroingeniería-CPC (dos empresas que tienen llegada directa a la Casa Rosada), la cual alcanzó los $ 5.825 millones con una financiación aportada por el consorcio del orden del 66%.
Los oferentes que quedaron en el segundo y tercer lugar salieron a plantear sus quejas por la metodología utilizada en la preselección.
El grupo conformado por Roggio, Corsan-Corvian, Esuco y Supercemento pidió que se realice un nuevo análisis de las propuestas debido a que errores metodológicos habrían afectado los resultados de la preclasificación.
Por su parte, la empresa Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa) planteó que el mecanismo utilizado para la evaluación de las ofertas no estuvo debidamente especificado en los pliegos.
Hasta ahora, los dos oferentes disconformes han presentado lo que técnicamente se llaman "observaciones". De acuerdo a la respuesta que reciban resolverán si avanzan con una impugnación formal, para la cual deberán depositar una garantía de $ 5 millones.
Según las reglas licitatorias, los ítems clave que definían las posiciones eran la mayor financiación privada y la tarifa de energía solicitada para recuperar la inversión y el repago de las obras.
Pese a que su oferta final resultó superior a las que presentaron Roggio y Pescarmona, el grupo de Electroingeniería y CPC sacó ventaja al ofrecer mayor financiamiento privado para la obra.
Voceros del consorcio desecharon los cuestionamientos de los competidores y se mostraron confiados en que las autoridades rechazarán las presentaciones y seguirán adelante con la adjudicación definitiva de la obra.