El agua caída en las últimas semanas complicó considerablemente el estado de los cultivos. Debido a esta situación, desde una de las entidades locales realizarán un relevamiento para conocer las consecuencias que dejará en la zona rural y el resultado de la próxima cosecha.
Los principales productos sembrados son soja y maíz, en mayor cantidad la oleaginosa. Como consecuencia de las lluvias registradas en las primeras semanas de enero podrían perderse porcentajes considerables, y con riesgo de ser irrecuperables.
Desde Monte Buey los productores señalaron que “aunque todavía no se estiman pérdidas totales, deberá esperarse a que el agua baje y realizar un análisis de los cultivos y las tierras comprometidas”.
Una de las cooperativas locales llevará a cabo un relevamiento en el sector para conocer qué daños se provocaron en 1.400 hectáreas que quedaron bajo el agua. “Lo que provoca este problema es que cae mucho milimetraje en poco tiempo y la falta de canales en los caminos bajos”, informaron. Se espera que el clima acompañe también durante las últimas semanas de los cultivos para que el daño sea el menor posible.
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