Los efectos de la crecida del Paraná también alcanzaron a las lanchas de pasajeros. En los últimos días, los servicios que parten de La Fluvial y el barco Ciudad de Rosario debieron suspender sus viajes porque el nivel del agua afectó las condiciones de navegación.
En Costa Alta, en tanto, la actividad se mantiene y aseguran que frente al lugar, a diez minutos de cruce, aún se puede pasar un día de playa en la arena de Isla Verde. Ayer, la altura el río fue de 5,42 metros con un dato alentador: quedó estacionado en los principales puertos, incluso en varios hubo tendencia a la baja.
"La salida de las lanchas de pasajeros queda a criterio de cada una de las empresas, no hay ningún impedimento más allá de lo que ellas mismas puedan considerar", explicó desde Prefectura, Sergio Charles. Y reiteró que esta institución no se expidió al respecto. "No se prohibió navegar, eso lo decide cada barco", aseguró.
El prefecto también insistió en recordar a los responsables de las embarcaciones que realizan paseos o deportes acuáticos que deben bajar la velocidad, porque la fuerza del agua tracciona las chapas y los enceres con que los isleños apuntalan sus casas jaqueadas por la crecida del río.
En el mismo sentido, y desde el parador Isla Verde, Roberto Acuña enfatizó: "Les pedimos por favor que no practiquen deportes acuáticos en la zona del Paraná Viejo, no se puede, realmente nos causan un gran perjuicio a todos". Y dijo que en el lugar aún queda arena y playa para disfrutar, beneficio que comparte con los paradores Cruz del Este (frente a la bajada Puccio) y Médanos (frente a la usina Sorrento), en ambos casos sólo para embarcaciones particulares.
"Hasta que el Paraná no llegue a 5,40 metros en Costa Alta (calle Fontanarrosa y el río), la actividad en el muelle sigue normal", detalló Acuña y dijo que la lancha Irupé sigue cruzando pasajeros a Isla Verde. Pero otros embarcaderos no tuvieron la misma suerte.
Interrumpido "El fin de semana tuvimos que suspender las salidas del Ciudad de Rosario", comentó Haydeé, portavoz de la empresa y dijo que la medida se tomó porque la creciente no les permitió adecuar la pasarela a través de la cual se aborda la embarcación frente al Monumento a la Bandera. "No nos afecta el nivel del agua, porque nosotros realizamos una travesía, la dificultad está en el muelle para embarcar, esto nos obliga a remodelar el sistema", aseguró y dijo que al menos este fin de semana no habrá salidas turísticas.
Similar es la situación de la empresa La Fluvial S.A. sólo que en este caso la dificultad está en el parador Vladimir. "El martes pasado suspendimos la operatoria porque los muelles de destino no operan", explicó Lucía y condicionó el reinicio de las actividades a las novedades que surjan este fin de semana. "Parece que (el río) está estacionario, eso significa que la semana que viene comenzaría a bajar", estimó y aseguró que es la primera vez en una década que deben interrumpir el servicio que brindan.
"Tuvimos que suspender la llegada de las lanchas de pasajeros hasta que baje un poco el río", explicó Juan Carlos desde el parador y balneario ubicado en el banquito San Andrés. Si bien el lugar aún conserva arena, la playa se redujo en un 80 por ciento y no es suficiente para las lanchas turísticas, por lo que sólo llegan embarcaciones particulares. "En Iguazú ya bajó y eso marca una tendencia, aunque tenemos que tener en cuenta que el Paraná es complejo por la cantidad de afluentes que desagotan las lluvias desde distintas regiones", explicó.
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