Definitivamente el año hídrico en la provincia no es bueno, producto de un invierno que careció de fuertes precipitaciones níveas en alta montaña y que por ende el derrame de agua es escaso. Esta situación no sólo sigue complicando a los agricultores, sino también a la generación de energía: es la baja cota de agua que tiene hoy Los Caracoles, Ullum y Cuesta del Viento, la provincia está generando en conjunto un 43% menos de su potencial máximo.
Desde el EPSE aseguran que no corre ningún riesgo el suministro eléctrico domiciliario e industrial, porque la provincia está interconectada a la red nacional de electricidad, pero sí reconocen que San Juan vende menos energía al sistema con esta disminución en la generación y por lo tanto hay un perjuicio económico.
"Se está generando menos energía, pero más que el año pasado, por una simple razón y es el aporte de Los Caracoles. Esto es importante porque si bien la situación no es del todo buena, peor sería si no estuviera el nuevo dique. No hay que olvidarse que hasta hace algunos años atrás sólo estaba Ullum y ahora aportan Cuesta del Viento y Los Caracoles al sistema eléctrico", señaló el Gerente Técnico de Energía Provincial Sociedad del Estado, Daniel Greco.
Los tres complejos hidroeléctricos de la provincia tienen la posibilidad de generar a su capacidad máxima unos 175 MW, pero hoy esa realidad se acota a tan sólo 101 MW.
Lo que se pierde
La provincia vende su energía al sistema interconectado nacional y la baja en la generación implica un perjuicio económico. Gran parte de la bicicleta financiera con la que el gobierno destrabó y financió el complejo Los Caracoles-Punta Negra tiene como base la venta de la energía. Según Daniel Greco "no está en peligro el financiamiento de las obras, porque el acuerdo que hizo la provincia está atado a la potencia de las tres centrales y no a cuánta energía generen. De todas maneras la pérdida es real, pero recae en otra cuenta que sirve a otras obras menores".
Pero quienes sí se perjudican con esta situación son las empresas concesionarias encargadas del mantenimiento de las presas, que parte de su vínculo económico depende de la generación de energía: Los diques Quebrada de Ullum y Los Caracoles, los maneja AES y Cuesta del Viento, Hidrocuyo.
La central hidroeléctrica Quebrada de Ullum genera energía desde finales de 1980 y hasta la construcción del dique iglesiano Cuesta del Viento fue la única que alimentaba al sistema eléctrico provincial. Ullum en su capacidad máxima trabaja con 45 MW de potencia, aunque ese valor se redujo en esta época a 35 MW. Durante más de 20 años este dique fue el motor de la agro-industria sanjuanina y el único embalse, con el agravante de que en el caso de una crecida o un periodo hídrico con valores altos, muchas veces se debía dejar "escapar" el agua por el aliviadero al verse superada su capacidad de embalse.
San Juan tenía la necesidad de una nueva presa que le de "respiro" a Ullum y por eso señalan desde el EPSE la importancia que tiene Los Caracoles, que es el dique que más energía genera y esta temporada es la primera vez que aporta al sistema eléctrico, y lo hace con 65 MW entre sus dos turbinas, pero casi a la mitad de su potencial máximo, producto que no está embalsando. Además cuando los caudales sean óptimos, será este dique el que embalse y regule la cota de la Quebrada de Ullum.
Pero hoy los caudales de Ullum y Cuesta del Viento continúan bajando y el dique Los Caracoles no embalsa, es decir que todo el agua que ingresa se eroga.
El 21 de enero pasado, la Secretaría de Recursos Hídricos de la provincia dio a conocer la preocupante situación hídrica de la provincia, dejando a la luz que era "uno de los peores periodos de la década".
Los tres diques presentan panoramas poco alentadores: Quebrada de Ullum está 7 metros por debajo de su cota máxima y esperan que baje otros 5 metros a fines de marzo. En Los Caracoles la situación es aún peor, porque la cota actual tiene un desnivel de 27,40 metros y Cuesta del Viento que se alimenta del Río Jáchal tiene por estos días una bajante de 6 metros.
San Juan depende exclusivamente de las precipitaciones níveas -muy poco aportan las lluvias- y lo que suceda el año próximo quedará supeditado a la cantidad de nieve que caiga en alta cordillera.
La propuesta que el Departamento de Hidráulica tiene entre manos y que busca consensuar con los productores locales, tiene que ver con el adelantamiento de los cortes de agua para el mes de mayo y así fortalecer el llenado de los diques.
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