Soslayando las crecientes dificultades fiscales de la Nación y los reparos técnicos y ambientales que rodean al proyecto, el Gobierno decidió avanzar con la contratación de la mayor obra de infraestructura de la gestión kirchnerista.
Se trata del complejo hidroeléctrico "Cóndor Cliff y La Barrancosa" que se construirá en Santa Cruz e implicará, como mínimo, una inversión estatal de $ 15.406 millones. Esa cifra¿ prevista en el presupuesto oficial sin IVA¿supera lo que iba costar el Tren Bala.
Tras un largo y cambiante proceso licitatorio, mañana las autoridades nacionales y santacruceñas abrirán en Río Gallegos las propuestas económicas de los grupos empresarios que están interesados en el negocio energético.
Si bien inicialmente la obra había captado la atención de seis consorcios, todo indica que la disputa final será entre dos grupos de empresas que tienen una fluida llegada a la Casa Rosada.
Por un lado, se encuentra la sociedad de Corporación América (grupo Eurnekian), Pescarmona y la brasileña Camargo Correa.
Y por otro lado, está el grupo que aglutina a Electroingeniería, Cartellone e Iecsa.
La intención del Gobierno es adjudicar la obra en mayo, en medio de los festejos del Bicentenario, y fijar el inicio de los trabajos para mediados de 2011, cuando comience a tomar forma la campaña de la elección presidencial.
En total, la obra demandará 6 años de construcción y deberá generar unos 5.000 empleos.
De esta manera, el megaemprendimiento kirchnerista que busca transformar la fisonomía económica y energética de Santa Cruz tendrá que ser pagado por las próximas administraciones nacionales que asuman a partir de diciembre de 2011.
El proyecto hidroeléctrico tiene como principal protagonista al río Santa Cruz, que nace del desagüe de los lagos Viedma y Argentino y tras recorrer 385 km. de oeste a este desemboca en el Atlántico.
Basado en los estudios iniciales realizados en la década del 70 por la ex Agua y Energía Eléctrica, el proyecto prevé la construcción de dos represas denominadas: Cóndor Cliff (ubicada a la altura del km 250 del río Santa Cruz) y La Barrancosa (que se levantará en torno del km. 185).
Las dos usinas tendrán una potencia instalada de 1.740 M, que le permitirán producir una energía media de 5.000 GWh/año, equivalente a casi el 8 % del parque de generación nacional.
Iniciada en 2008, la licitación de la megaobra patagónica experimentó varios cambios.
Originariamente, la Nación y la provincia les habían pedido a los interesados que presenten "proyectos integrales llave en mano" para construir y operar las centrales. Las propuestas podían armarse con dos esquemas de financiamiento: con préstamos privados por el 100% de las obras o con una financiación mixta con un mínimo del 51% a cargo de los oferentes.
Tras los dificultades que enfrentaron las empresas para conseguir créditos por la crisis económica de 2009, la Nación introdujo dos cambios significativos.
Por un lado, incluyó el proyecto en el "Programa Nacional de Obras Hidroeléctricas", creado el año pasado con el fin de asegurar el financiamiento y la terminación de las obras de estas características. Por el otro, autorizó a la CAMMESA -la compañía administradora del mercado eléctrico-a suscribir un contrato de compra de toda la energía que provean las centrales con tarifas diferenciales que reconozcan los costos operativos y el repago de las obras.
Además, ahora se les pide a los oferentes que arrimen, como mínimo, sólo una propuesta de financiamiento privado del 30% del total de la obra. El resto lo aportará la Nación, facilitando el negocio a los empresarios privados.
La ruta de los negocios, de vías a aeropuertos, de Venezuela a Bolivia
Las empresas que se presentan son beneficiarias de múltiples contratos de obra pública
Las seis empresas que integran los dos consorcios que están detrás de multimillonario proyecto de Cóndor Cliff y La Barrancosa tienen un punto en común. En mayor o menor medida, todas han acrecentado sus negocios con el Estado desde la llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada.
El listado de las obras públicas y concesiones que obtuvieron las compañías en danza abarca diversos emprendimientos energéticos, en el área del transporte ferroviario y los sectores aeroportuario y vial.
En el caso del grupo Eurnekian ¿que en esta licitación va asociado con Pescarmona y la brasileña Camargo Correa¿, uno de los logros más importantes que consiguió durante la administración kirchnerista fue la renegociación de la concesión de Aeropuertos Argentina 2000.
A cambio de una futura participación del Estado en la sociedad concesionaria, obtuvo el perdón estatal de las multas y los cánones que tenía impagos desde fines de los 90.
Además, en el sector vial Eurnekian pasó a controlar desde 2003 una concesión de rutas nacionales con peaje que ahora busca revalidar en la reprivatización de los corredores que está en marcha.
En el caso de Pescarmona, su principal vínculo con el Gobierno se dio por el lado por la provisión de turbinas, equipos eléctricos y molinos eólicos. Hace dos semanas, suscribió un contrato con ENARSA y la provincia de La Rioja por $230 millones para montar un parque eólico de 25 MW.
La brasileña Camargo Correa tampoco se ha quedado atrás. Tras haber adquirido la cementera Loma Negra y la textil Alpargatas, a fines de 2008 ganó la licitación para construir la nueva planta de tratamiento de líquidos cloacales (PTLC) de Berazategui que demandará una inversión estatal de $ 481 millones.
En lo que respecta al segundo consorcio que compite por la megaobra de Santa Cruz, la que sobresale es la cordobesa Electroingeniería. Por medio de Intesar, la empresa que conducen Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra ha ganado las principales obras de transmisión eléctrica que se licitaron en los últimos seis años. Entre ellas se encuentra la tercera línea de Yacyretá, un tramo de la interconexión NOA-NEA y la red de alta tensión que conecta la Patagonia con el sistema eléctrico nacional. En el sector vial, Electroingeniería ingresó al negocio de las rutas con peaje tras adquirir la firma Vialco. Comparte el control de la autopista Campana-Rosario y el corredor bonaerense interbalneario.
Además en 2009, extendió su presencia a Venezuela -donde se quedó con la construcción de la usina Termozullia que costará US$ 750 millones- y a Bolivia, con una concesión para construir y operar una ruta de montaña que demandará una inversión de US$ 240 millones.
En Neuquén, asociada con CPC -de Cristóbal López-, Electroingeniería quedó a un paso de adjudicarse la construcción de la central hidroeléctrica de Chihuidos donde la inversión asciende a US$ 1.500 millones.
En el caso de Iecsa, su principal negocio con la Nación es el soterramiento del ferrocarril Sarmiento. Ganó las obras de la primera etapa donde está en juego una inversión estatal de $ 4.000 millones.
En tanto, la mendocina Cartellone también amplió sus contratos con el Estado con obras en líneas eléctricas e infraestructura vial.
|
|
|